Loco por la Eucaristía

Hoy se celebra el día de san Pascual Bailón, un santo español con una historia muy bonita, que os gustará especialmente a los que tenéis vuestra Primera Comunión cercana. Pascual era aragonés, y vivió durante el siglo XVI. Sus padres eran campesinos pobres y, desde que tenía siete años, trabajó como pastor. Ya en esa época se le notaba un cariño extraordinario a Jesús en la Eucaristía.

Desde el campo donde estaba con las ovejas, veía el campanario de la iglesia y, de vez en cuando, se ponía de rodillas para rezar. Sabía que, ahí, estaba Jesús en el sagrario. Y el mejor regalo que le podía hacer el dueño del rebaño era darle algún rato libre, entre semana, para que fuera a Misa.

Esta relación tan especial con Jesús se le notaba en otras cosas. Por ejemplo, cuando alguna oveja se colaba en los campos vecinos y comía allí, Pascual pagaba al dueño con el poco dinero que tenía.

Cuando tenía 24 años, se hizo franciscano. Se dedicó siempre a los trabajos más humildes, como portero o barrendero. Y cada rato libre, lo pasaba en la capilla. Un día, un fraile lo encontró bailando, muy alegre, delante de la imagen de la Virgen. Le decía: «No puedo ofrecerte grandes cualidades, porque no las tengo, pero te ofrezco mi danza campesina en tu honor». A pesar de que no había estudiado, Dios le regaló una sabiduría especial, y hablaba tan bien de la Eucaristía, que sorprendía a todos.