Llegar tarde es no llegar - Alfa y Omega

El transgenerismo es una insensatez. Creo que puede y debe decirse así de claro sin temor. Es una temeridad permitir que chicas jóvenes y sanas se sometan a una mastectomía doble y a procesos de hormonación con la pretensión de dejar de ser mujeres. Es una insensatez que en nombre de la corrección política se borre la palabra mujer porque es ofensiva. Es un desatino sostener que los varones trans sufren síndrome premenstrual, como lo es organizar charlas en colegios hablando de la menstruación de chicos y chicas. El sexo existe. Y nada tiene que ver con los deseos, los sentimientos o las autopercepciones. La cuestión es grave. Afirmar que el sexo biológico no existe daña la integridad de la persona, atenta contra la razón, niega la biología e instaura un pensamiento acientífico, que algunos gobiernos, incluido el español, convierten en dogma al sancionar por vía legislativa la autodeterminación del género.

Llama la atención que el Colegio de Psicólogos no haya firmado ningún documento riguroso al respecto ni alzado la voz contra la indefensión en la que esta ley deja a los menores. Sorprende que los dictámenes del Consejo de Estado y del Consejo General del Poder Judicial no reciban la debida atención de los profesionales del derecho o la medicina. Es verdad que hay sectores fuertemente movilizados en torno a la Agrupación Amanda, las Plataforma Contra el Borrado de las Mujeres, y Sanitarias Feministas. La publicación del libro Nadie nace en un cuerpo equivocado ha sido un ejercicio de reflexión académica digno de mención. Sin embargo, tampoco la universidad parece muy dispuesta a refutar desde el conocimiento los dogmas del transgenerismo. Y ¡qué decir de la sociedad española! El silencio es casi sepulcral. Como sepulcral es el silencio del mundo católico. Una cuestión de esta envergadura, de consecuencias que ya son dramáticas como ponen de manifiesto los casos de destransición y desistimiento que llegan de Estados Unidos o Reino Unido, ¿no merecería fomentar la transversalidad y buscar la unidad de acción? Todavía se puede, aunque por poco tiempo, generar en sede parlamentaria un debate riguroso que permita el triunfo de la razón.