Litus Ballbé: «El deporte es un camino de santidad» - Alfa y Omega

Litus Ballbé: «El deporte es un camino de santidad»

Manu Torralba
El sacerdote (centro) participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012
El sacerdote (centro) participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Foto: EFE / Esteban Cobo.

El nuevo departamento de Pastoral del Deporte de la Conferencia Episcopal Española va a tener en 2024 su puesta de largo. Para ponerlo en marcha, cuenta como responsable desde hace tres años con el sacerdote y exdeportista de élite Carlos Ballbé, conocido por todos como el padre Litus, que participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con la selección española de hockey sobre hierba. Nos tomamos un café con él justo antes de presentar a los obispos sus planes para este año.

¿Es usted del Madrid o del Barça?
Del Espanyol, y mucho. Antes era muy forofo y aún hay días que prefiero no ver los partidos porque me pongo muy nervioso.

¡Ah!, ¿pero que hay más equipos además de estos dos?
Claro, mire el Girona la temporada que está haciendo. Y también hay otros deportes aparte del fútbol. A mí me vibra el corazón viendo hockey, juego al pádel de vez en cuando y estoy pensando en correr una media maratón. A veces nos quedamos solo en los deportistas con fama y dinero, pero si rascamos más allá veremos que hay otras historias maravillosas.

¿Y está la Iglesia presente en el deporte?
Sí, en el departamento estamos haciendo un listado enorme de todas las realidades de la Iglesia que están presentes. Hay colegios y universidades católicas, clubes y fundaciones que compiten todas las semanas, y hasta órdenes religiosas donde llevan años trabajando a través de diferentes disciplinas y que lo usan para hacer labor social. Como no nos conocíamos entre nosotros, hasta ahora cada uno se ha organizado por su cuenta.

¿Se ha tardado mucho en crear este departamento de Pastoral del Deporte?
Fuera de España ya existía. Por eso pasé tres meses en Roma viendo cómo funcionaba el Centro Sportivo Italiano, que es casi una federación con un millón de atletas en todo el país [fundada por la Juventud Italiana de Acción Católica en 1944, N. d. R.]. Ellos forman a entrenadores y árbitros y tienen muchísimos proyectos. ¿Que aquí podríamos haber empezado antes? Quizás sí, pero no se había dado el paso.

¿Por qué se preocupa la Iglesia de algo tan mundano como el deporte?
Porque Dios está en todos lados. Además es un camino de santidad, una escuela de virtudes y valores. Los deportistas trabajan el esfuerzo, la disciplina, el compañerismo. Para mí el deporte lo reúne todo y en él puedes encontrar a Dios, no tengo ninguna duda.

¿En qué situación se encuentra ahora mismo su departamento?
La conferencia episcopal me encargó crearlo en 2021 y al año siguiente presenté mi plan. En 2023 hemos tenido nuestra I Jornada Deporte y Fe en el colegio Salesianos Pamplona y la experiencia ha sido espectacular. Diferentes entidades han tenido la oportunidad de presentar sus realidades, como la UCAM o los mismos salesianos, y escuchamos varios testimonios de deportistas. La gente decía que llevaba años esperándolo. Ahora la idea es repetir el formato en otras sedes y seguir creciendo.

¿Ya tiene planes para el futuro departamento?
Planes hay muchos. En primavera queremos organizar una nueva edición de las jornadas en otro punto de España y celebrar un gran torneo en algún barrio humilde. Esto queremos hacerlo a través de una fundación que vamos a crear y con la colaboración de alguna institución del deporte profesional. Además, necesitamos tener delegados pastorales en algunas diócesis que quieran empezar, entre cinco y diez, porque hasta el momento yo soy el único responsable para toda España. Si para final de curso ya hemos creado ese equipo, podremos desarrollar otras ideas, como una carrera a beneficio de Cáritas, un torneo de pádel para ayudar a los enfermos de ELA y otras iniciativas que vayan surgiendo.

A mí siempre me gustó la figura del capellán en los equipos, ya en peligro de extinción.
La realidad es que cada vez tenemos menos. Pero los clubes no son ajenos a la sociedad y estos son los tiempos que nos están tocando vivir. Si los dirigentes no son creyentes, no lo van a fomentar. Luego, hay algunos católicos a los que les da vergüenza decir que lo son. Eso sí, le tengo que reconocer que he visto esta temporada las imágenes de un vestuario de LaLiga rezando antes de un partido y me ha encantado.