Libertad religiosa: algo pasa en Cataluña - Alfa y Omega

Libertad religiosa: algo pasa en Cataluña

El ayuntamiento de Cornellá recula y ahora recupera la referencia al Corpus en sus fiestas locales, mientras el Grupo de Trabajo Estable de Religiones denuncia una «fobia religiosa» creciente en Cataluña

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El cartel de las fiestas de Cornellá de los dos últimos años

Hace más de 100 años que la fiesta mayor de Cornellà de Llobregat, en Barcelona, está ligada a la celebración del Corpus Christi. Sin embargo, el año pasado, el ayuntamiento eliminó la referencia a esta fiesta en el cartel oficial, algo que no ha pasado desapercibido este año a la Federación de Cristianos de Catalunya.

«El Corpus siempre ha sido la fiesta de toda la vida de Cornellá», afirma Ignacio Díaz Ventura, de la FCC, por lo que la Federación impulsó hace pocos días una campaña de recogida de firmas a través de tufirma.org, para pedir que se aludiera al Corpus en el cartel oficial. El resultado es que el ayuntamiento de Cornellá ya ha accedido a la petición y ha difundido el cartel de este año con dicha referencia.

«A veces parece que se emprenden acciones contrarias al sentir del pueblo. Se impone una idea, y si cuela, cuela», afirma Díaz Ventura. «Aparentemente son cosas insignificantes, pero a la hora de la verdad los símbolos sí son importantes. No se trata solo de un cartelito, sino que es algo que tiene mucha trascendencia», añade.

Para Díaz Ventura, en el fondo de estas actuaciones podría existir una cierta animadversión «no contra lo religioso en sí, sino contra Dios. Es algo que se respira a nivel social. Las religiones se permiten solo como algo folklórico, siempre que no incidan en la concepción de la vida; pero cuando el «factor» Dios está presente, eso al final es lo que genera problemas a algunos…».

«Una tendencia en aumento»

La polémica llega en un contexto de malestar entre los representantes de diferentes religiones acerca de la deriva que está tomando la política catalana en este asunto. Así, el Grupo de Trabajo Estable de Religiones (GTER), que engloba a miembros de las religiones más representadas en la comunidad autónoma, incluido el Arzobispado de Barcelona, ha lanzado esta semana un manifiesto denunciando casos de «discriminación y fobia religiosa» acaecidos recientemente.

Antoni Matabosch, presidente del GTER, percibe «un aumento de actos de fobia antirreligiosa», aunque «Cataluña no es un caso especial, es algo que sucede en toda España». Matabosh denuncia «actos vejatorios, insultos, difamaciones, discursos del odio y escarnios manifiestos y reiterados contra el hecho religioso y las contra religiones, especialmente la cristiana, la musulmana y la judía».

En concreto, desde el GTER han identificado pintadas, acusaciones infundadas, dificultades para construir lugares de culto, generalización a todos los musulmanes de pertenencia yihadista, menosprecios manifiestos, e incluso intervenciones insultantes en sede parlamentaria. «Se trata de brotes que indican una tendencia en aumento. Sabemos por la experiencia del pasado que esta clase de actos crean un ambiente enrarecido, conforman como un relato social distorsionado y pueden llegar a hechos más graves». Por eso, «hay que cortar todo esto de raíz para que la zarza no nos envuelva», asegura.

La raíz de este fenómeno está, según el presidente del GTER, en «una concepción sesgada de la libertad de expresión, que ha costado siglos y vidas hasta que ha sido reconocida socialmente y correctamente legislada». En este sentido, este derecho «es un bien muy apreciado y básico, pero no es un derecho absoluto, que siempre tenga que prevalecer ante otros derechos. Hay mucho miedo a tocar la libertad de expresión y mucha tendencia a no apreciar las fobias antirreligiosas».