León XIV recupera la Evangelii gaudium como primera hoja de ruta - Alfa y Omega

León XIV recupera la Evangelii gaudium como primera hoja de ruta

El nuevo Papa se ha encontrado con los cardenales en el Aula del Sínodo para transmitirles que cuenta con ellos en la tarea que Dios le ha confiado. También ha revelado el motivo de la elección de su nombre

José Calderero de Aldecoa
El Papa con los cardenales
El Papa con los cardenales. Foto: Vatican Media.

En sus primeras intervenciones como Papa, León XIV ha tenido una especial atención hacia los cardenales. El viernes celebró una Misa con todos ellos en la Capilla Sixtina en la que habló de la importancia de evangelizar en los contextos más difíciles. Este sábado ha vuelto a encontrarse con los purpurados en el Aula del Sínodo para asegurarles que cuenta con ellos en la tarea que Dios les ha confiado.

«Ustedes, queridos cardenales, son los más estrechos colaboradores del Papa, y esto me sirve de consuelo al aceptar un yugo que claramente supera no solo mis fuerza, sino a las de cualquier otro». Y ha añadido: «Su presencia me recuerda que el Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga de esta responsabilidad».

Como primera hoja de ruta de este camino compartido —hasta que redacte oficialmente las suyas propias—, el Papa León XIV ha recuperado la exhortación apostólica Evangelii gaudium, de la que ha destacado «algunas notas fundamentales— durante el encuentro con los cardenales. Concretamente, el hasta hace nada cardenal Prevost ha hablado del «regreso al primado de Cristo en el anuncio; la conversión misionera de toda la comunidad cristiana; el crecimiento en la colegialidad y en sinodalidad; la atención al sensus fidei, especialmente en sus formas más propias e inclusivas, como la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y descartados; el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades».

El Papa con los cardenales
El Papa con los cardenales. Foto: Vatican Media.

De su antecesor también ha rememorado «su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en Dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno a la casa del Padre». Lo ha hecho para subrayar que la figura del Papa, «desde san Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde siervo de Dios y de los hermanos, y nada más que esto».

Aquí el protagonista es «el Resucitado», ha aseverado León XIV. Es Él, «presente en medio de nosotros, quien protege y guía a la Iglesia, y continúa a reavivarla en la esperanza». Así, «a nosotros nos toca ser dóciles oyentes de su voz y ministros fieles de sus designios de salvación, recordando que Dios ama comunicarse, más que en el fragor del trueno o del terremoto, en el «rumor de una brisa suave» o, como lo traducen algunos, en una “sutil voz de silencio”».

Por último, el Papa les ha confesado a sus hermanos el motivo de la elección de su nombre. «Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial». Y hoy, la Iglesia, «ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo».

León XIV se acuerda de Cañizares

Durante su discurso, el Papa ha querido tener un recuerdo especial para los cardenales que no pudieron participar en las congregaciones generales, el cónclave, la Misa en la Capilla Sixtina y el resto de actos que se están sucediendo estos días.

Es el caso del cardenal Antonio Cañizares que pocos días antes de iniciarse el cónclave confirmó que no asistiría por motivos de salud. De haber tenido la salud suficiente, el purpurado podría haber entrado en la Capilla Sixtina para elegir al próximo Papa al tener menos de 80 años.

«Dirijo también mi pensamiento a los hermanos cardenales que, por razones de salud, no han podido estar presentes y, junto con ustedes, me uno a ellos en comunión de afecto y oración», ha dicho León XIV.