León XIV parafrasea a Francisco con la Comunidad de Sant'Egidio: «Nunca más la guerra santa»

«Nunca más la guerra santa, solo la paz es santa». Con esta frase, pronunciada frente al Coliseo de Roma, el Papa León XIV ha clausurado el Encuentro Internacional por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio bajo el lema Atreverse a la paz. Durante tres días, líderes religiosos y representantes de la política, la cultura y la sociedad civil han debatido sobre cómo devolver al mundo la esperanza de la reconciliación. Entre ellos, estaba también Antoni de Volokolamsk, el equivalente el ministro de Exteriores del Patriarcado ortodoxo de Moscú.

El Pontífice ha arrancado su discurso recordando el sentido de la oración como fuerza transformadora. «Los conflictos están presentes en cualquier lugar donde haya vida. Pero no es la guerra lo que ayuda a resolverlos sino la paz, que es un camino de verdadera reconciliación», ha afirmado ante miles de participantes de distintas confesiones. A su juicio, «el corazón humano debe disponerse a la paz, y en la oración sale de sí mismo».

«El que no reza, abusa de la religión»

León XIV ha denunciado el uso de la religión como justificación de la violencia. «El que no reza, abusa de la religión, incluso para matar», ha advertido. Y ha precisado que «la oración es un movimiento del espíritu y una apertura del corazón. Por lo que ha mostrado su rechazo frontal «a los eslóganes religiosos contra las criaturas de Dios». Igualmente ha subrayado que los lugares de oración deben ser «tiendas de campaña, santuarios de reconciliación y oasis de paz».

El Papa ha recordado el encuentro de Asís de 1986, convocado por san Juan Pablo II. Entonces, líderes de todas las religiones rezaron juntos proclamando: «Nunca más uno contra el otro, sino uno al lado del otro». Aquel gesto fue «un momento histórico» y supuso un gran paso adelante en «la relación entre religiones en el espíritu de Asís». Según León XIV, aquel espíritu «debe renovarse hoy, cuando el mundo parece haber andado en la dirección opuesta».

«Todos los creyentes son hermanos»

En su intervención, ha dado las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio y a las asociaciones «católicas o no, que, a menudo a contracorriente, tienen vivo ese espíritu». Y ha reiterado que «todos los creyentes son hermanos y las religiones son hermanas». También ha revelado el contenido de una carta que el Papa Francisco le había escrito el año pasado y que decía: «Debemos alejar de las religiones la tentación de convertirse en instrumentos para alimentar nacionalismos, etnicismos y populismos».

«Hago mías estas palabras», ha añadido León XIV, quien ha repetido una cita célebre del Pontífice argentino: «Nunca más la guerra santa, solo la paz es santa porque es querida por Dios». Y dirigiéndose a los líderes políticos, ha reivindicado que «poner fin a la guerra es un deber impostergable ante Dios» y que «la paz debe ser la prioridad de toda política».

El Papa ha cerrado su discurso diciendo: «Basta, el grito de los pobres es el grito de la tierra. Señores, escuchad nuestro grito». Y ha llamado a impedir «que esta estación de la historia marcada por la guerra dure más. Con la fuerza de la oración y las manos desnudas alzadas al cielo, debemos hacer que empiece una nueva».