Laurent Ulrich, obispo de Lille, sustituirá a Aupetit como arzobispo de París
El presidente del episcopado francés ha valorado como «una decisión desde la razón» la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales
El Papa ha designado a Laurent Ulrich, hasta ahora obispo de la diócesis de Lille, nuevo arzobispo de París en sustitución de Michel Aupetit. El Santo Padre había aceptado el 2 de diciembre la renuncia de Aupetit.
Tal y como ha informado la oficina de prensa del Vaticano y recoge Europa Press, Ulrich tomará posesión del nuevo cargo como arzobispo de París el próximo 23 de mayo. Desde la renuncia de su predecesor, al frente de la diócesis está Georges Pontier como administrador apostólico.
Aupetit había puesto su cargo a disposición del Pontífice después de reconocer que tuvo un comportamiento «ambiguo» con una mujer, si bien negó de forma categórica que hubiera tenido con ella relaciones sexuales. «Lo rechazo completamente», señaló Aupetit después de que el semanario francés Le Point publicase una información periodística sobre su vida privada.
Durante su viaje a Chipre y Grecia pocos días después, Francisco planteó a los periodistas «¿qué ha hecho Aupetit tan grave para darme la renuncia? Si no conocemos la acusación no podemos condenar. Hagan la investigación. Si saben qué hizo, díganlo». Se refirió a «pequeños masajes y caricias» a su secretaria. «Esto es pecado. Pero no de los más graves. Los pecados de la carne no son los más graves».
Alerta sobre la creciente «ruptura» en Francia
En otro orden de cosas, el presidente del episcopado francés ha valorado como «una decisión desde la razón» la victoria de Emmanuel Macron con un 58 % de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En una entrevista con Vatican News, Éric de Moulins Beaufort ha afirmado que, aunque Marine Le Pen obtuvo su mejor resultado, un 41 %, «la mayoría de franceses no querían entrar en la aventura que habría representado» que fuera presidenta.
Con todo, De Moulins ha alertado también de que el resultado «muestra cada vez más una especie de ruptura en Francia», geográfica «pero quizá también entre los de arriba y los de abajo». Algo que le parece «preocupante para el futuro» del país. Tal vez «vemos los límites del modelo de desarrollo» que se impuso tras la Segunda Guerra Mundial, en términos de «riqueza», crisis ecológica y social y tensión social.
Preguntado por el sentido del voto católico, el presidente del episcopado ha pedido que se analice «con delicadeza» a qué se llama «católico», y ha invitado a compáralo con el voto de los creyentes de otras religiones y de los no creyentes. Con todo, ha insistido en que «la ruptura entre las dos Francias es notable». Esto subraya «la necesidad de un proyecto colectivo» que realmente acerque a las personas y «la dificultad de encontrarlo».
Defensa de la vida y Europa
De Moulins es consciente de que el presidente reelegido tiene discrepancias importantes con la Iglesia en el ámbito bioética. «Ciertamente hay margen de mejora». Pero ha asegurado que es tarea de la Iglesia «expresar con fuerza y claridad que la vida humana es bella, es fuerte y merece ser vivida, y que incluso el sufrimiento es parte de eso».
También ha sugerido que «Europa tiene que reinventarse». «Es un gran logro», un «factor de paz» y unión que «debe ser preservado». Pero «preocupa» y «no convence del todo» a nuestros contemporáneos. Por ello, debe esforzarse en «ser convincente, especialmente para aquellos que se siente, con razón o sin ella, excluidos de los beneficios de la globalización».
La hermana Marie-Claude, una de las dos víctimas del apuñalamiento en la mañana del domingo en la iglesia de Saint-Pierre d’Arène, en Niza, ha asegurado que no siente «ni ira ni miedo» ni «resentimiento». En entrevista con el diario local Nice Matin, ha asegurado que «es el acto de un chico que está claramente desequilibrado».
Se refiere a Kevin R., el hombre de 31 años al que sorprendió atacando con un cuchillo al párroco, Krystof Rudzinski, poco antes de la Misa de 10:30. El sacerdote, de 57 años, sufrió heridas «en la espalda, los dedos, los pulmones, las piernas, por todas partes. Tardará mucho en recuperarse», ha afirmado.
Ella tuvo más suerte. A pesar de sus 72 años, no dudó en lanzarse para intentar quitar el cuchillo al atacante, a pesar de que este la amenazó. No cree que sea un ejemplo de «valentía». «Hice lo que me decía el corazón, no pensé. Me eduqué para ayudar a los demás». Sufrió heridas de gravedad en la mano derecha, pero tras ser sometida a una operación el lunes fue dada de alta. En cambio, el sacerdote sigue ingresado.
«Hubo una intervención de nuestros ángeles de la guarda: no había razón para que el agresor se detuviera, podría haber acabado con el padre Krystof, acabar conmigo. No lo hizo. Vivimos y dimos nuestra vida por el Señor: no nos engañó, nos salvó».
En un comunicado, la diócesis de Niza recuerda que «una vez más una tragedia golpea a la comunidad católica de los Alpes Marítimos». Se refieren al atentado islamista de octubre de 2020 contra la iglesia de Notre-Dame, en la misma ciudad. El Obispado agradece «la eficacia de los servicios de emergencia y de la Policía», y el «apoyo y presencia» de las autoridades.
Kevin R. había sido diagnosticado de esquizofrenia, y se sospecha que llevaba varios días sin tratamiento. Al ser detenido afirmó que quería matar al presidente Macron (era el día de la segunda vuelta de las elecciones) y que era judío. La comunidad judía de la región lo niega. Además, había frecuentado la parroquia. Desde el domingo permanece ingresado en un hospital psiquiátrico y no ha podido ser interrogado.