Las reliquias de santa Teresa se someten a examen
Un equipo médico y científico las analiza para obtener el reconocimiento canónico de parte de Roma
Era 1914 cuando se abrió por última vez el sepulcro de santa Teresa de Ávila. El entonces general de los carmelitas, Clemente de los Santos, quiso aprovechar su visita a España para ver el cuerpo de san Juan de la Cruz, en Segovia, y el de santa Teresa, en Alba de Tormes. Las crónicas aseguran que se encontró el cuerpo de la santa con «entera incorrupción».
110 años después, ese sepulcro va a volver a abrirse. Entre el 28 y el 31 de agosto, un grupo de médicos y científicos examinarán las reliquias que se conservan en su interior, el cuerpo de la santa y dos reliquias mayores como son el corazón y un brazo. La diócesis de Salamanca ha solicitado a Roma el reconocimiento canónico de las reliquias que se conservan en Alba de Tormes. Así, desde el Dicasterio para las Causas de los Santos se ha accedido a este procedimiento que también incluirá la reliquia de la mano que custodian en Ronda las carmelitas descalzas.
El examen va a correr a cargo de un equipo médico científico especializado encabezado por el profesor Luigi Capasso que ya ha analizado la reliquia del pie de la santa, venerado en el convento de Santa María de la Scala, en Roma.
Para velar por la correcta conservación y manipulación de las reliquias, como piden desde el Vaticano, el obispo de Salamanca, José Luis Retana, ha designado un Tribunal eclesiástico para dar fe de todo el proceso, compuesto por un delegado episcopal, un promotor de la justicia y un notario.
El proceso consta de tres partes. En una primera se abrirá el sepulcro y los relicarios del corazón, el brazo y la mano llegada de Ronda. En este proceso intervendrán dos orfebres y se llevará a cabo en una sala del convento y bajo llave. Desde el siglo XVII, para proteger el sepulcro de santa Teresa, hay diez llaves del sepulcro repartidas a distintas personas o entidades, civiles y religiosas. Tres tiene la comunidad, otras tres el Duque de Alba, y otras tres el padre general en Roma. La del arca interior de plata, la tiene el Rey.
Estarán presentes los miembros del Tribunal. Una vez abierto el sepulcro, se realizarán estudios de reconocimiento visual, toma de fotos y radiografías y se realizará una adecuada limpieza de los relicarios. Y una vez concluidos los trabajos, se cerrarán y la reliquia de la mano se llevará de nuevo a Ronda.
En Italia se desarrollará la segunda fase que consistirá en el estudio y la elaboración de las conclusiones científicas del mismo. En la tercera fase, se propondrán algunas intervenciones para la mejor conservación del cuerpo y de las reliquias. Después, se cerrarán y sellarán el sepulcro y los relicarios con la ayuda de los orfebres. Los responsables carmelitas también anunciaron que antes del cierre definitivo, se habilitará un tiempo adecuado de veneración a las santas reliquias.