La Iglesia quiere «una vida digna» para las carmelitas de Ronda

La Iglesia quiere «una vida digna» para las carmelitas de Ronda

Ante la demanda de ayuda urgente por el posible cierre del convento de las religiosas, la normativa vaticana «busca el bien de la vida religiosa entendida en su integridad», afirma el canonista Miguel Campo. La reliquia de santa Teresa seguiría a las carmelitas dondequiera que fueran

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Una de las carmelitas descalzas de Ronda con la mano incorrupta de santa Teresa
Una de las carmelitas descalzas de Ronda con la mano incorrupta de santa Teresa. Foto: EFE / María Alonso.

Las carmelitas de Ronda (Málaga) han copado las noticias de información religiosa estos días por el llamamiento urgente que han hecho para poder conservar su autonomía. Y también la reliquia más preciada que custodian: una mano incorrupta de santa Teresa de Jesús.

Al bajar su número de seis religiosas a cuatro, las monjas han solicitado vocaciones con urgencia para no tener que cerrar el convento, según indica Cor orans, la instrucción vaticana de 2018 que aborda el futuro de los monasterios que se vacían. «El escenario no tiene que pasar por el cierre, pero las monjas pueden perder autonomía para gobernarse», afirma el jesuita Miguel Campo, profesor de Derecho Canónico de Comillas y asesor jurídico en CONFER.

«El objetivo es precisamente proteger a las mismas monjas —añade—. Lo que se busca es que tengan una mínima calidad de vida y que puedan estar bien cuidadas». Así, las carmelitas de Ronda perderán la capacidad de elegir a su abadesa. «Ahí es donde entra en juego Cor orans, que en realidad es una legislación muy humana que busca el bien de la vida religiosa entendida en su integridad», afirma el canonista.

De este modo, para Miguel Campo, «lo que no contempla la Iglesia, por ejemplo, es que haya un convento con dos monjas ancianas y enfermas viviendo en un edificio enorme que no pueden mantener». Al contrario, la normativa canónica busca «que tengan una vida digna, sobre todo si se trata de religiosas que ya tienen cierta edad».

Junto a ello, Campo amortigua la preocupación de las carmelitas de Ronda sobre la reliquia de santa Teresa. Aclara que, «pase lo que pase en el futuro con la comunidad, lo que pide Cor orans es que los bienes de ese monasterio —en este caso, la reliquia de la santa de Ávila— sigan junto a la comunidad de monjas que quedan allá donde estén».