Las (no) visitas del Santo Padre a España: «Tenía en Asturias unos parientes»
Antes de convertirse en Francisco, Bergoglio pasó al menos tres veces por nuestro país. La más desconocida se produjo en el Principado. «Me recordaba el nombre de pueblos», afirma Jesús Sanz
El Papa se nos ha ido sin visitar oficialmente España, un país por el que sí pasó antes del habemus Papam de 2013. Jorge Mario Bergoglio recaló aquí al menos en tres ocasiones. En primer lugar, visitó Alcalá de Henares en la década de los 70, Palma de Mallorca en los 80 y Madrid, en concreto la sede de la Conferencia Episcopal Española, en el año 2006. «Vino a impartirnos unos ejercicios espirituales a los obispos. Y como fueron un año después de que Benedicto XVI fuese elegido Papa, los rumores decían, con algo de picardía, que “nos va a dar los ejercicios el que podría ser hoy el Papa”», explica en entrevista con Alfa y Omega el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. No les faltaba razón, pues en aquel cónclave ya empezó a sonar el nombre de Bergoglio y, de hecho, el prelado —entonces arzobispo de Buenos Aires— se terminó convirtiendo en el 266 sucesor de Pedro.
De aquellos ejercicios, Sanz recuerda también «la serenidad con la que nos hablaba. Eran meditaciones breves, muy amables, siguiendo el esquema ignaciano». Además de orientar las meditaciones de los prelados españoles, Bergoglio se mostró disponible para hablar con ellos. «Yo de hecho, fui a hablar con él. Recuerdo que fue un encuentro cordial, interesante». Ambos disertaron «no tanto de lo que nos decían los ejercicios» sino más bien «de cómo me preocupaba la situación de la vida consagrada». Un mensaje que él, como jesuita, entendía bien.
Además del hecho de ser religiosos —Sanz es franciscano— a ambos los unía Asturias, donde Bergoglio estuvo unos días antes de realizar su tercera probación en Alcalá. «Es un paso en el proceso de formación de la Compañía. San Ignacio y Arrupe la llamaban la escuela del afecto», explica el que fuera durante nueve años superior de la comunidad jesuita de la ciudad complutense, Enrique Climent. «Después de una formación tan larga como la nuestra, de diez o doce años, se puede secar el espíritu. La tercera probación lo que intenta es revivirlo».
A pesar de no haber visitado nuestro país como Pontífice, Jorge Mario Bergoglio llevaba en su corazón a España. Lo conocía personalmente y también tenía colaboradores que le informaban puntualmente de todo lo que pasaba aquí.
Prueba de la estrecha relación con España son los tres días de luto oficial que declaró el Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Comenzó el martes a las 00:00 horas y concluye este jueves a las 23:59 horas.
Antes de participar en esta escuela del afecto, el futuro Papa pasó unos días «en un pueblo precioso cerca de Coaña», rememora el arzobispo de Oviedo. «Allí tenía unos parientes lejanos a los que su madre había pedido visitar si iba alguna vez a España». Y así lo hizo. Una experiencia que le marcó. De hecho, muchos años después «cada vez que yo me encontraba con él, ya de Papa, me preguntaba qué tal por Asturias y me recordaba el nombre de pueblos de la zona y alimentos típicos asturianos, la fabada entre otros».
Posteriormente a todas aquellas experiencias, Bergoglio volvió a pisar suelo español en 1982. Entonces se detuvo en Mallorca para conocer más de cerca la vida de san Alonso Rodríguez, un hermano lego jesuita que sirvió durante 46 años como portero en un colegio de Palma.
Después de todas estas experiencias, el Papa ha estado cerca de venir a España recientemente, concretamente a Canarias, para conocer personalmente la situación de los miles de migrantes que cada año llegan allí. Finalmente no ha sido posible, pero «no es baladí que sus últimas palabras hayan sido precisamente para criticar a quienes desprecian a las personas migrantes. Eso me ha llegado al corazón. Como ministra de Migraciones del Gobierno de España, tenemos —teníamos— un discurso y una política migratoria totalmente alineada con él, así que estoy viviendo su muerte con profunda y absoluta tristeza», ha manifestado en entrevista con Alfa y Omega Elma Saiz.