Las Hermanas de la Cruz ya tienen juntos a sus fundadores
Los restos del futuro beato, el padre Torres Padilla, fueron trasladados a la capilla donde reposan santa Ángela de la Cruz y santa María de la Purísima
Ha sido una ceremonia muy sencilla, a la vez que solemne, como parte de las celebraciones por la beatificación del cofundador de las Hermanas de la Cruz. La ceremonia será el próximo 9 de noviembre en la catedral de Sevilla y estará presidida por el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro.
El venerable padre Torres Padilla, cofundador de la Compañía de la Cruz junto a santa Ángela de la Cruz, ha sido trasladado desde la capilla de los Dolores hasta el oratorio donde ya reposan dos santas de la compañía, santa Ángela y santa María de la Purísima. El acto ha sido presidido por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz, acompañado por los dos obispos auxiliares, Teodoro León y Ramón Valdivia, así como por el consejo general de la Compañía de la Cruz, el postulador de la causa, Salvador Aguilera, y los miembros de la comisión creada al efecto.
El féretro de madera abierto, con los restos mortales del próximo beato, presidía la capilla de los Dolores de la casa madre. Las religiosas han llenado la capilla y la entrada, en un ambiente de recogimiento y oración. El arzobispo de Sevilla ha glosado las virtudes del sacerdote nacido en San Sebastián de la Gomera el 25 de agosto de 1811. A continuación, el secretario general de la archidiócesis, Isacio Siguero, ha leído el acta que han firmado después los presentes. Por último, se ha introducido el documento en el féretro antes de su cierre y lacrado definitivo.
Las hermanas han encabezado la procesión de traslado del féretro hasta la capilla mayor, como paso intermedio hasta su depósito en la capilla, bajo el sagrario, al lado del cuerpo incorrupto de Madre Angelita y cerca también de la que fuera madre general de la compañía, santa María de la Purísima, beatificada en 2010 en Sevilla y canonizada por el Papa Francisco en Roma en 2015.
«El santero de Sevilla»
Ese será el emplazamiento definitivo del cofundador de la Compañía de la Cruz. En abril tuvo lugar la ceremonia de exhumación y reconocimiento de los restos del sacerdote. El padre Torres Padilla conoció en 1862 a Angelita Guerrero, de tan solo 16 años. Fue su mentor y quien guió espiritualmente a quien se convertiría años después en la fundadora del Instituto de Hermanas de la Cruz. El sacerdote era de un carácter tan sencillo y humilde que ya en vida tenía fama de santidad.
Fue apodado como el «Santero de Sevilla» por la estatura espiritual de sus dirigidas como la propia Ángela de la Cruz y también la mercedaria Florencia Trinidad, la Madre Sacramento o Bárbara de Santo Domingo. El padre Torres murió el 23 de abril de 1878 y su cuerpo fue enterrado en el panteón de San Sebastián. Cinco años después, Ángela de la Cruz consiguió trasladarlo a la Casa Madre de las Hermanas. El proceso de beatificación del padre Torres se abrió en Sevilla en 2014.