Lampedusa, testigo de otra tragedia en el Mediterráneo

La isla de Lampedusa es, para los que tienen suerte, el fin de una peligrosa travesía por mar. Hasta esta puerta de Europa llegan arriesgando la vida los que huyen del hambre, los desastres naturales o la guerra. Pero muchos la pierden por el camino. En la última tragedia fallecieron 9 personas, entre ellos, una niña. Sus cadáveres llegaron hasta el muelle de Favarolo. La Guardia Costera italiana consiguió rescatar este miércoles, tras el naufragio de la barcaza en la que habían tratado de cruzar el Mediterráneo en busca de un futuro mejor, a 23 supervivientes, entre ellos cinco mujeres.

Según su testimonio las víctimas murieron de hipotermia —debido a la exposición prolongada a temperaturas frías en alta mar— y hay otros 15 desaparecidos. Provenían de Guinea Ecuatorial, Burkina Faso, Costa de Marfil y Mali.

En tanto, ese mismo día en Grecia, los bomberos recuperaron los cadáveres de tres niñas en una playa rocosa de la isla de Quíos tras el naufragio de otra embarcación. Las víctimas tenían 5, 7 y 10 años. En total, según la información que dieron las autoridades de ese país, fueron rescatadas 19 personas: entre ellas hay ocho menores y la madre de las niñas que perdieron la vida.