La verdad de Stalingrado - Alfa y Omega

La verdad de Stalingrado

Stalingrado primero se publicó censurada y ahora llega íntegra a nuestras manos. Grossman prefirió contar la verdad de la historia a la verdad del partido

Ricardo Ruiz de la Serna
Los edificios más sólidos de Stalingrado fueron aprovechados para organizar núcleos de resistencia, como en esta imagen de septiembre de 1942. Foto: ABC.

Este libro nos llega desde el interior del sistema soviético de censura y ha vencido a Stalin, a Khruschev y a Brezhnev. Ha presenciado el final de la URSS que parecía imposible. Ha visto el comienzo y el fin de la Guerra Fría y la entrada en el siglo XXI. Es un superviviente y un testigo.

Galaxia Gutenberg ha publicado en español la obra del gran escritor soviético Vasili Grossman (Berdichev, 1905-Moscú, 1964). Hijo de una familia judía emancipada, depositó sus esperanzas en el régimen surgido de la revolución de 1917. Se graduó como ingeniero. Conoció el Gran Terror de 1937, en el que perdió a algunos amigos. A pesar de estar exento del servicio militar, se presentó como voluntario para combatir en la Segunda Guerra Mundial. La experiencia del frente marcó tanto su obra periodística –escribió para Estrella Roja, el periódico del Ejército, unas crónicas que esta misma editorial publicó con el título de Años de guerra– como sus grandes novelas Vida y destino, Todo fluye y, la que se ha publicado recientemente en España, Stalingrado.

Grossman encarna la confianza, el dolor, la decepción y las contradicciones del hombre del siglo XX. Cuando él nació, el zar era el autócrata más poderoso del mundo y el Ejército imperial ruso acababa de sufrir la estrepitosa derrota de Tsushima. Cuando murió, se estaba fraguando la conspiración que llevaría a Brezhnev al poder y el mundo vivía el miedo a una guerra nuclear. En sus novelas vemos los efectos de los grandes movimientos telúricos de la historia en la vida de la gente corriente y, en especial, de esos trabajadores, intelectuales, militares, jubilados que encarnan el homo sovieticus en que Grossman creyó y cuyo sufrimiento y sacrificio describió con una sensibilidad admirable.

La valentía del escritor

Además de ser autor de Vida y destino, una de las cumbres literarias del siglo XX, escribió uno de los primeros documentos sobre el Holocausto judío, que fue utilizado como prueba en los juicios de Núremberg.

Stalingrado es una novela monumental que primero se publicó censurada y ahora llega íntegra a nuestras manos gracias a la labor de Robert Chandler y Yury Bit-Yunan. Sus páginas están pobladas de personajes humanos que no satisficieron la voluntad propagandística de las autoridades soviéticas. Los editores temían cometer errores políticos. Boris Agapov, uno de los componentes del consejo editorial de la revista Novi Mir, propuso «despojar a la novela de esos momentos peligrosos y conseguir que no quede nada en ella que resulte reprensible». Grossman se opuso. Los editores buscaron la aprobación de todas las instancias culturales oficiales en la URSS, desde el Sindicato de Escritores hasta el Comité Central del Partido Comunista. Fueron amputando partes. Invisibilizaron o suprimieron personajes. Este libro ha sido rescatado del silencio, la propaganda y el miedo.

Grossman prefirió contar la verdad de la historia a la verdad del partido. Pagó un precio alto. Al éxito inicial de la novela le sucedieron críticas terribles que comenzaron con un artículo en Pravda. Los titulares posteriores fueron funestos: «Una novela que falsea la imagen del pueblo soviético», «por mal camino», «un espejo deformante». A pesar de todas las modificaciones impuestas por las autoridades, la novela seguía contando demasiado. Servía a la verdad, pero no a la política. Por eso era peligrosa. No solo lo era la obra, sino también su autor. El manuscrito de Vida y destino, que continuaba el ciclo dedicado a la Segunda Guerra Mundial, terminó confiscado y se prohibió su publicación.

En esta edición el lector puede leer en gris los párrafos suprimidos. Son muchísimos. Es como un viaje al corazón del miedo. Había que anular todo lo que pudiese interpretarse como vacilación, duda o tentación de huir. Era necesario erradicar toda vulnerabilidad de aquellos personajes que, privados de su debilidad, se volvían héroes admirables, pero inhumanos. Ni siquiera podían justificar el lenguaje vulgar –«no hay nada como un buen par de tacos bien dichos» es una de las frases eliminadas–.

La novela es magnífica. Dice mucho de aquella batalla espantosa y del sacrificio de los que lucharon contra el invasor nazi, pero dice muchísimo más del temor que las autoridades comunistas tuvieron de contar la verdad de ese sacrificio. No cabía mayor traición a los defensores de la ciudad martirizada que tergiversar su historia. Este libro es, pues, un acto de justicia y así lo celebramos.

Stalingrado
Autor:

Vasili Grossman

Editorial:

Galaxia Gutenberg

Año de publicación:

2020

Páginas:

1.200

Precio:

25,65 €