La UNESCO marca el camino del pacto educativo en España

Cada 25 años la UNESCO saca un informe sobre educación que marca la tendencia mundial en este sector para los próximos años. El último de ellos se presentó el martes 17 de mayo, en colaboración con la Fundación SM, con el título Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación.

Del informe destaca, en primer lugar, su método de elaboración. En esta ocasión «no ha sido redactado a partir de una investigación suya o de evidencias que hayan recogido directamente», sino que es el resultado de un proceso de consultas de dos años de duración en el que ha participado más de un millón de personas de 45 países diferentes, explica Mayte Ortiz, directora de la Fundación SM. Una metodología que da una de las primeras claves del informe: reconstruir la educación es una tarea de todos. «Creo que es público que en lo macro somos capaces de ponernos de acuerdo», asegura Ortiz, y pone como ejemplo los Objetivos de Desarrollo Sostenible. «También en lo micro. Tenemos como prueba la pandemia, donde rápidamente las escuelas se organizaron para funcionar de forma híbrida». Sin embargo, «en la parte meso, que es todo lo que tiene que ver con las políticas educativas, algo está fallando», sentencia. «Mira todas las leyes de educación que llevamos por delante. ¿Eso qué quiere decir? Que se sacan normativas que no han sido consensuadas, en las que no hubo diálogo y, al final, se convierten en armas arrojadizas». En este sentido, la directora de la Fundación SM pide retomar las conversaciones para lograr un pacto educativo.

Pero ¿qué debería aparecer en él? Según Mayte Ortiz es necesario implementar una educación que prepare a los estudiantes «para ejercer una ciudadanía global» en la que prime «la ética del cuidado». Y hay que «formar a los chicos para que cualquier decisión que tomen esté orientada al bien común» y a conseguir «un futuro pacífico, justo y sostenible».

Mayte Ortiz
Directora de la Fundación SM

Tras la publicación de su informe, la UNESCO se alía con distintas entidades educativas a lo largo del mundo «que puedan llevar a las aulas las conclusiones presentadas en el informe. De ahí surge la alianza en nuestro país, con la Fundación SM», asegura Ortiz.

La entidad mundial habla, además, de «dos principios fundamentales» que deberían regir todo el proceso: garantizar el derecho a una educación de calidad y reforzar esta como proyecto público. «La calidad, muy en resumen, tiene que ver con la excelencia», donde España tiene muy pocos alumnos, «y con la equidad educativa. Es decir, una educación para todos sin dejarnos a nadie atrás». Algo en lo que nuestro país también tiene que mejorar. «Hay 100.000 niños que no tienen acceso al colegio», y «los índices de fracaso en Primaria y en Secundaria siguen siendo altísimos», advierte Ortiz. El segundo principio se refiere a la educación como una «herramienta de transformación social. Es la esperanza ante los grandísimos problemas globales que tenemos en la actualidad», asegura la directora.

La siguiente fecha marcada en rojo en el calendario de la UNESCO es 2050. Hasta entonces estará vigente este informe, en el que también se aborda la reimaginación de los espacios de aprendizaje, la descolonización de los planes de estudio o la importancia del aprendizaje social y emocional. «No son recetas precocinadas. Son propuestas para que las escuelas puedan concretarlas en su realidad diaria», concluye Mayte Ortiz.