La UE está dispuesta a dialogar con la Iglesia sobre políticas concretas

La UE está dispuesta a dialogar con la Iglesia sobre políticas concretas

El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha participado en la Asamblea Plenaria de COMECE

Redacción
UE
Foto: COMECE

El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, ha expresado esta semana la disponibilidad de la Unión Europea para llevar al diálogo con la Iglesia católica a un nivel que permita el intercambio de posturas sobre políticas concretas. Así lo afirmó durante su intervención en la Asamblea Plenaria de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), que se ha celebrado los días 17 y 18 de marzo de forma virtual.

El político, de origen griego, también ha reconocido el compromiso de la Iglesia católica en la promoción del proyecto europeo. Sus declaraciones tienen especial importancia ya que es el comisario europeo encargado de desarrollar el diálogo «abierto, transparente y regular» con organizaciones confesionales y filosóficas que la propia UE incluye en su funcionamiento a través del artículo 17 del Tratado de Lisboa.

La participación de Schinas en un encuentro con los obispos, parte de esta relación, estaba prevista para el encuentro del pasado otoño de COMECE. No pudo producirse entonces porque el líder político estaba pasando en ese momento la COVID-19. En esta nueva cita, en el marco de la segunda asamblea virtual que celebran los episcopados de la UE, el diálogo con los obispos se centró en algunos de los temas candentes en la agenda de la Unión.

Recuperación para todos

Los participantes en la asamblea enfatizaron la importancia de que dentro del proceso de recuperación de la pandemia se pongan en marcha políticas centradas en la persona y fundamentadas en los valores para proteger a los pobres y los más vulnerables. Para ello, es necesario hacer hincapié en la necesidad de colaboración entre los países miembros y con otras entidades.

Otro tema en el orden del día fue el Pacto sobre Migración y Asilo propuesto en septiembre del año pasado por la Comisión Europea. Los obispos reconocieron los esfuerzos para establecer un marco nuevo e integral que cree un mecanismo de gestión de las migraciones justo y previsible. Sin embargo, exhortaron a los participantes en las negociaciones a que, junto a esto, promuevan un contexto de acogida. «Debemos trabajar para asegurar el total respeto del derecho individual a solicitar asilo de cualquiera que alcance el territorio de la UE, sin resistencia en nuestras fronteras».

Preocupación por la libertad religiosa

En relación con esto, los obispos mencionaron también el problema del cambio climático. Su impacto ecológico en terceros países, afirmaron, es uno de los factores que está causando grandes flujos de migrantes hacia la UE. Por ello, aseguraron, el Green Deal no será solo beneficioso para la UE, sino también para las «personas que en estos terceros países sufren los efectos del cambio climático en su vida diaria».

Por último, la Asamblea Plenaria abordó el estado de la libertad religiosa en la UE. Según su análisis, en los últimos tiempos se han producido algunas restricciones; por ejemplo, relacionadas con las medidas de prevención frente a la COVID-19, el sacrificio ritual de animales o el uso de símbolos religiosos en el lugar de trabajo. Los obispos mostraron su preocupación por el aumento del analfabetismo religioso, que con frecuencia es origen de percepciones negativas acerca de la religión. Al mismo tiempo, subrayaron la importancia de abordar estas cuestiones desde el diálogo con las autoridades públicas, evitando al mismo tiempo la autocensura y promoviendo las iniciativas interreligiosas para promover este derecho fundamental.