La Semana Santa «no es un espectáculo» y «debe dejar huella», el mensaje del Papa a los cofrades de Mérida
«En la Semana Santa es necesario dedicar tiempo para la oración», ha recalcado
«Gracias por permitirme formar parte del pregón de vuestra Semana Santa, única en el mundo, porque muy pocas ciudades pueden revivir estos días que cambiaron la historia de la humanidad en escenarios de más de 2000 años de antigüedad, contemporáneos a los que Cristo sufrió la Pasión», ha dicho el Papa en un videomensaje publicado en la noche del 16 de marzo a los cofrades de Mérida.
En su saludo, Francisco les ha asegurado que «cuando asista al rezo del vía crucis junto al Coliseo de Roma, tendré presente que vosotros también lo estaréis celebrando en el impresionante Anfiteatro Romano de Mérida». El Pontífice ha felicitado además a los emeritenses por el Año Jubilar Eulaliense «con el que honran la figura de la niña mártir Santa Eulalia, cuyo culto convirtió a Mérida en cuna del cristianismo hispano y destino de peregrinaciones a lo largo de la historia».
El Pontífice ha recordado «perfectamente» la reciente visita del arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, así como del alcalde de la ciudad y el presidente de la asociación de la Mártir Santa Eulalia, «para explicarme todos los proyectos que están poniendo en marcha en este importante año jubilar».
Francisco ha felicitado a «todas las Hermandades y Cofradías de Mérida». Y ha visibilizado «durante todo el año trabajan para contribuir a que la Semana Santa deje huella indeleble y permanente en las vidas de todos los que contemplan las Estaciones de Penitencia». Ante lo que ha recalcado con fuerza: «No es un acontecimiento de espectáculo, es una proclamación de nuestra salvación».
El Papa ha retomado su mensaje para la Cuaresma de este año, donde ya apuntaba «que en la Semana Santa es necesario dedicar tiempo para la oración, para acoger la Palabra de Dios, para detenerse como el samaritano ante el hermano herido».
«La Semana Santa es un tiempo de gracia, no lo olvidemos, que el Señor nos da para abrir las puertas de nuestros corazones, de nuestras parroquias y de nuestras cofradías», ha advertido el Pontífice, quien ha además invitado a «abrir y salir» hacia los demás «para llevar la luz y la alegría de nuestra fe». Y les ha asegurado su oración «por ustedes, especialmente por las familias que tienen algún ser querido enfermo, por los que se encuentran solos, por los necesitados, por quienes pasan apuros económicos, y también por los jóvenes, que sois el presente y el futuro de las Cofradías de Mérida».
El mensaje del Papa es el primer de este tipo dirigido específicamente a los cofrades de una ciudad fuera de Roma.
Eva Fernández, pregonera
El videomensaje del Papa a los cofrades de Mérida se ha hecho público durante el pregón de Semana Santa de Eva Fernández, corresponsal de COPE en Roma y el Vaticano. La periodista ha reflexionado sobre el inicio de este tiempo litúrgico y anticipado sus procesiones en la basílica emeritense de Santa Eulalia. «Niña Eulalia, en el fin de mis días, toma este pregón como aval y déjame entrar en el cielo por una rendija», ha dicho durante su discurso.
Fernández ha subrayado en su pregón cómo la basílica en la que lo ha proclamado «huele a memoria macerada durante siglos por la fe y el sacrificio de los primeros cristianos». Según la declarada «embajadora de Mérida ante el Vaticano» por sus vecinos, «adentrarse por los laberintos de lo que fue la antigua basílica paleocristiana» invita a la reflexión sobre los primeros mártires que dieron su vida por la fe. Una persecución que en otros países «sigue tan vigente como en tiempos de Nerón, Domiciano, Trajano o Diocleciano».
La corresponsal de COPE ha reflexionado también sobre las guerras en curso que «han hecho que hoy en día el mundo esté lleno de madres con la mirada perdida». «Madres con una determinación inquebrantable porque ellas nunca se rinden si hay hijos delante», ha añadido. Finalmente, ha animado a los emeritenses a «convertirse en testigos, honrando a quienes ya no están aquí y tanto echamos de menos». «Nazarenos, cofrades, hermanos, ¡Mérida os está esperando!» ha concluido.