La reforma de los seminarios avanza «sin decisiones tajantes»
Galicia acoge ya el segundo seminario interdiocesano de España. «Estamos en un proceso basado en el diálogo» entre los obispos y el Dicasterio para el Clero, afirma Jesús Vidal
«Se trata de un paso difícil pero necesario, tal vez el único paso posible para ofrecer a nuestros seminaristas los elementos formativos necesarios que permitan vivir la identidad y espiritualidad del ministerio sacerdotal». De esta manera anunciaban la semana pasada los obispos de Santiago de Compostela, Mondoñedo-Ferrol y Tui-Vigo la creación de un seminario mayor interdiocesano, el segundo de estas características en España después del que ya funciona en Cataluña.
De este modo, las tres diócesis colaborarán al unísono en todo lo que tiene que ver con la formación y el sostenimiento de los 20 seminaristas de Santiago de Compostela, los cinco de Mondoñedo-Ferrol y los tres de Tui-Vigo. «La idea es arrancar con este grupo que ronda los 25 seminaristas, aunque no podemos someternos a la tiranía de los números. Ya no manejamos las cifras de hace décadas. Lo que nos toca ahora es poner los medios para formar bien a nuestros jóvenes y luego dejar actuar a Dios», afirma José Antonio Castro Lodeiro, el sacerdote de Santiago de Compostela responsable de la nueva institución. Junto a otros dos formadores de Mondoñedo-Ferrol y de Tui-Vigo, Castro Lodeiro trabaja en este momento en los estatutos del nuevo seminario, puesto que la intención es comenzar a funcionar ya a partir de septiembre, con sede en la ciudad de la tumba del Apóstol.
Las tres alternativas
¿Va a ser el de Galicia el primero de otros seminarios interdiocesanos que se abran en los próximos meses? «La verdad es que no lo sabemos, porque esto es algo que tienen que ir discerniendo los obispos», explica Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y referente apostólico para la coordinación de la reforma de los seminarios españoles. La Subcomisión Episcopal para los Seminarios, que él preside, cuenta ya con casi todas las respuestas de los obispos a la encuesta sobre los criterios que recibieron en noviembre pasado en Roma por parte del Dicasterio para el Clero. Con ellas se elaborará un borrador para presentarlo al dicasterio y ser estudiado de nuevo por los prelados en asamblea plenaria. Todo forma parte de un proceso «en el que los obispos tienen que ir viendo cuáles son sus posibilidades dentro del horizonte de tres años que nos han dado», señala Vidal. Las alternativas son tres: mantener el seminario propio si hay una comunidad suficiente de seminaristas, enviarlos a otro seminario para seguir con su formación o crear un seminario mayor interdiocesano.
En cualquier caso, «no se trata de plazos ni de decisiones tajantes», subraya el referente para la reforma de los seminarios españoles, quien subraya que «estamos en un proceso basado en el diálogo, con vistas a implementar soluciones con realismo. Al final son los obispos los que mejor conocen su realidad y poco a poco iremos hacia un escenario que cambia como lo hace también el número de vocaciones», señala asimismo. Por eso, aunque el objetivo es que la reforma concluya en el verano de 2026, «los plazos no están cerrados y las decisiones se irán revisando periódicamente», añade.
Ejemplo de ello es un único seminario para vocaciones adultas que pide la Santa Sede y que en comunión con el Dicasterio para el Clero posiblemente empiece como un propedéutico, «si un número suficiente de obispos lo consideran factible». En todo caso, el diálogo con Roma «es una propuesta que agradece la inmensa mayoría» de los prelados «en este camino en el que todos buscamos los mismo: formar hombres capaces de acompañar a la comunidad cristiana y ser discípulos misioneros al estilo que nos pide el Papa Francisco».
«Las indicaciones que nos dieron a los obispos españoles desde el Dicasterio para el Clero señalan que todos nuestros seminarios han de cumplir los criterios del nuevo plan de formación», afirma Jesús Vidal. Por este motivo, tanto los seminarios Redemptoris Mater —vinculados al Camino Neocatecumenal— como el Seminario Internacional Bidasoa —regentado por el Opus Dei— entran en el marco de las indicaciones dadas desde Roma. «Son realidades que tienen una dinámica formativa propia y que poco a poco tienen que ir acogiendo el plan de formación, como por otra parte ya están haciendo. De hecho, los criterios que nos han dado desde Roma lo que hacen es subrayar algunos elementos del plan de formación que hemos aprobado los obispos españoles para todos los seminarios en España», afirma Vidal. A partir de ahí, el camino a recorrer podrá incluir seminarios interdiocesanos del Camino Neocatecumenal o seminarios que acojan seminaristas de otros seminarios; «pero es algo que tendrán que ir discerniendo los obispos a lo largo de este plazo de tres años. No nos han dado en este sentido indicaciones de antemano», subraya el referente apostólico encargado por el Papa para este tema.