«La protesta es una forma de oración» - Alfa y Omega

«La protesta es una forma de oración»

El Papa pide durante la audiencia general emular a Job «para vencer la tentación del moralismo ante el abatimiento por el dolor de haberlo perdido todo»

Redacción
Un momento de la audiencia de este miércoles. Foto: Efe / EPA / Ettore Ferrari.

En catequesis pasadas, el Papa utilizó a diferentes personajes bíblicos, como Rut o Eleazar, para subrayar la importancia de la última etapa de la vida y de la relación entre jóvenes y mayores. Un tema recurrente de Francisco en los últimos meses y que incluso ha querido subrayar en una carta personal que le ha enviado al hijo de nuestro compañero José Calderero. El periodista de Alfa y Omega le envió una carta al Pontífice en la que se incluía un dibujo hecho por su hijo Diego, una fotografía de este con su abuelo y unas líneas en las que contaba lo mucho que se querían y lo bien que se lo pasaban juntos el nieto y el abuelo. El Santo Padre ha querido contestar la misiva y, entre otras cosas, le dice esto al pequeño Diego: «Me puso muy contento saber que cada vez que te encontrás con tu abuelo, disfrutas mucho de jugar con él al fútbol. Imagino que entre los dos pasarán muy buenos momentos».

En la catequesis de este miércoles, el Pontífice ha reflexionado sobre este mismo tema a partir de la figura del anciano Job –que pierde todos sus bienes y, aún así, no deja de creer en Jesús–, al que ha calificado como un «testigo de la fe» que «no acepta un caricatura de Dios sino que grita su protesta frente al mal para que el Señor responda y revele su rostro». Y Este lo hace, «muestra a Job su gloria con soberana ternura».

A pesar de las desgracias que le suceden, Job «se ha negado a aceptar que Dios es un perseguidor». Al contrario, tiene una «fe sencilla en su resurrección», hasta el punto de que afirma cosas «tan bellas» como estas: «Yo sé que mi Defensor está vivo y que Él, el último, se levantará sobre el polvo»; «Yo te conocía solo de oídas, más ahora te han visto mis ojos».

Los amigo de Job, sin embargo, tienen una actitud diferente. «Suponían que sabían todo, de Dios y del dolor, y, habiendo venido a consolar a Job, terminaron juzgándolo con sus esquemas preconcebidos». Este pasaje le ha servido al Papa para clamar: «¡Dios nos guarde de este pietismo hipócrita y presuntuoso! Que Dios nos guarde de la religiosidad moralista y doctrinaria, que conduce al fariseísmo». Asimismo, Francisco ha recomendado a los fieles emular al anciano personaje bíblico «para vencer la tentación del moralismo delante de la exasperación y el abatimiento por el dolor de haberlo perdido todo».

Pruebas demasiado pesadas

Durante la catequesis, el Pontífice no ha dejado pasar la oportunidad para reconocer a todas aquellas personas que «se ven abrumadas por una suma de males que parece verdaderamente excesiva e injusta». Por un lado, «nos ha impresionado su grito», pero también «nos hemos quedado admirados ante la firmeza de su fe y de su amor».

Como ejemplos concretos, Bergoglio ha dicho pensar «en los padres de niños con graves discapacidades o en quien vive una enfermedad permanente o el familiar que está al lado». Situaciones «a menudo agravadas por la escasez de recursos económicos». También ha citado a «la pandemia de la COVID-19 y lo que está sucediendo ahora con la guerra en Ucrania».

Ante este tipo de casos, el Santo Padre ha asegurado que «existe una especie de derecho de la víctima a la protesta, en relación con el misterio del mal». De hecho, «la protesta es una forma de oración». Y «Dios te escucha, es Padre», y a Él «no le gusta la religiosidad que lo explica todo con el corazón frío».