La parroquia de Las Chumberas (Tenerife), premiada en Estados Unidos - Alfa y Omega

La parroquia de Las Chumberas (Tenerife), premiada en Estados Unidos

El vanguardista diseño de la parroquia del Santísimo Redentor ha sido reconocido por el American Institute of Architects. «Las personas vienen atraídas por la increíble forma del templo. Y con la gente dentro, ya se pone en juego nuestra acogida y toda la labor de la Iglesia», explica el párroco

José Calderero de Aldecoa
El diseño es obra del arquitecto Fernando Menis. Fotos: Parroquia Santísimo Redentor.

La parroquia del Santísimo Redentor de Las Chumberas, situada en La Laguna (Tenerife), no pasa desapercibida. De hecho, su diseño vanguardista, obra del arquitecto local Fernando Menis, ha sido reconocido con diversos premios internacionales en Japón, India, China, Alemania o Italia.

El último galardón en sumarse a la lista llega desde Estados Unidos. Se trata del premio internacional de Arte y Arquitectura Religiosa Faith & Form, que desde 1978 convoca el American Institute of Architects (AIA). Menis acudirá a Chicago el próximo 23 de junio a recoger el reconocimiento, que le será entregado durante la convención nacional del AIA.

«Es un orgullo que la parroquia gane tantos premios. También me da una alegría personal, porque tengo una relación estrecha con Fernando», asegura Antonio Delgado, párroco del templo desde hace dos años. «Ojalá todos en la Iglesia fuéramos tan apasionados y quisiéramos tanto lo que hacemos como Menis. Habla con una vehemencia y una claridad tremenda sobre la parroquia».

Primer anuncio arquitectónico

Los premios, sin embargo, no son lo único que atrae el templo. También a los fieles. «Viene mucha gente a visitarlo atraídos por su curioso diseño», asegura Delgado. Lejos de ser una molestia, el sacerdote está encantado con ello. «Me parece un adelanto tremendo», confiesa. «Las personas del barrio, e incluso de otras zonas, vienen atraídas por la increíble forma del templo», lo que no deja de ser interesante en una época en la que impera el secularismo. «Y con la gente dentro, ya se pone en juego nuestra acogida y toda la labor de la Iglesia».

La segunda ventaja del diseño que esgrime Antonio tiene que ver con el aprovechamiento de los fieles de cada celebración litúrgica. «Como el templo no tiene añadidos, es solo la piedra desnuda, no hay distracción posible. Todo está diseñado para que la gente se tenga que centrar en el sacramento», explica Delgado. «Se te puede ir la mirada un momento a la textura de la pared, o a las formas inclinadas, pero enseguida uno vuelve a lo que se está celebrando».