Julio Martínez: «La pandemia exige fortalecer los cimientos, no arramblar con ellos» - Alfa y Omega

Julio Martínez: «La pandemia exige fortalecer los cimientos, no arramblar con ellos»

El rector de la Universidad Pontificia Comillas censura en la apertura del curso académico los ataques a las instituciones del Estado, a la vida –con la ley de eutanasia– y a la libertad de educación

Fran Otero
Foto: Universidad Pontificia de Comillas.

Este miércoles, la Universidad Pontificia Comillas ha celebrado la solemne apertura del curso académico 2020-2021. Un año que estará marcado por la COVID-19, con todos los condicionantes que ha traído al campo de la docencia. A ello se ha referido el rector, Julio Martínez, en su alocución, a través de la que ha asegurado que esta universidad «será una de las instituciones más activas y positivas en la reconstrucción que demanda la situación crítica que la pandemia está provocando».

Sin embargo, ha continuado su reflexión, «para reconstruir hay que preservar los fundamentos de la vida social y personal, no demolerlos». Estos, en su opinión, se están viendo amenazados en estos momentos, sobre todo, en lo que atañe al orden constitucional y al derecho a la vida.

«Un frente se afana por socavar el prestigio y la legitimidad de las instituciones básicas del Estado. Hay muchos ejemplos de ello, pero entrañan una gravedad singular los desplantes y las críticas a la persona del rey y los ataques a la institución monárquica. […] Si se minan los pilares del orden constitucional y se daña irreparablemente el marco jurídico-político, hablar a la vez de reconstrucción social y económica es retórica hueca», ha explicado.

Para el rector de la Universidad Pontificia Comillas es un «colosal ejercicio de cinismo» que se haga un llamamiento a superar juntos la crisis y luego se instigue «el resquebrajamiento del orden básico del Estado». Y, por ello, ha hecho un llamamiento a «recrear redes, redescubrir valores y regenerar las instituciones, justo lo contrario de romper la sociedad en bloques ideológicos irreconciliables y azuzar la crispación».

Cultura de la vida

La otra de las preocupaciones expresadas por Martínez tiene que ver con la erosión de la cultura de la vida y, en concreto, con la promoción de una ley de eutanasia en estos momentos. «La situación postraumática de los que han enfermado, cuidado o sufrido pérdidas de seres queridos, sin poder acompañarlos ni despedirlos decentemente, no ha hecho repugnante que se reimpulsasen los cambios del ordenamiento jurídico para legalizar el suicidio asistido y la eutanasia», ha denunciado.

Según ha manifestado, la nueva ley «minará gravemente la conciencia de lo que hace que la vida humana sea preciosa y resquebrajará aún más los deberes inderogables de la solidaridad y fraternidad humanas». De hecho, ha añadido que alentar esta cultura que acepta que haya personas que puedan acabar con su vida como si fuera indigna o descartable «hiere el corazón de las relaciones humanas» y «lanza un mensaje a favor del individualismo». «¿Qué reconstrucción se podrá hacer sobre tal individualismo/subjetivismo moral? La pandemia pide profundizar y fortalecer los cimientos, no arramblar con ellos», ha insistido.

Finalmente, ha hecho un alegato en favor de la aportación de la sociedad civil a la reconstrucción del país y ha expresado, en este contexto, su «oposición frontal» a las medidas ideológicas que buscan dificultar la supervivencia de colegios y centros universitarios de titularidad no pública. «La gravedad de la situación exige unidad en las cuestiones de fondo: concordia y cooperación, no tacticismos ni dualismos que simplifican falsamente los problemas y generan frentismo y crispación», ha concluido.