«La Navidad no es la fábula del nacimiento de un rey, sino la venida del Salvador»
El Papa no ceja en su empeño y pide de nuevo la paz en Ucrania durante el rezo del ángelus del día de san Esteban
El Santo Padre ha presidido el rezo del ángelus de esta festividad de san Esteban acompañado de unos 30.000 fieles en la plaza de san Pedro. En una soleada jornada en Roma, Francisco ha recordado el ejemplo de este primer mártir cristiano, así como el de los santos inocentes, los pequeños mandados asesinar por Herodes. «La liturgia parece querer alejarnos del mundo de las luces, los almuerzos y los regalos en el que podemos estar algo entregados estos días. ¿Por qué?», ha preguntado el Papa quien, a continuación, ha explicado que «porque la Navidad no es la fábula del nacimiento de un rey, sino la venida del Salvador, que nos libra del mal tomando sobre sí nuestro mal: el egoísmo, el pecado, la muerte».
Por eso, la liturgia se llena estos días de historias de martirio, porque, como ha asegurado el Santo Padre, «los mártires son los más parecidos a Él», ya que la palabra «mártir» significa testigo. Los mártires son quienes con su vida «nos muestran a Jesús que vence el mal con la misericordia», y no son algo del pasado. Francisco ha recordado que hoy también hay bautizados perseguidos por dar testimonio de Cristo e ha invitado a cada uno a pensar en cómo da testimonio en su vida. Para ello, nos ha sugerido imitar san Esteban, uno de los siete diáconos que la comunidad de Jerusalén había consagrado para el servicio. San Esteban dio testimonio con sus obras y con sus palabras contando «cómo el encuentro con Jesús cambia la vida». Todo ello le costaría la vida después de muchas amenazas de parte de sus perseguidores. «Caridad y anuncio, este era Esteban», ha destacado Francisco sobre este santo que perdonó a sus asesinos cuando estaba a punto de morir.
El Papa ha asegurado que podemos seguir el ejemplo de san Esteban mediante «la caridad hacia los hermanos, la fidelidad a la Palabra de Dios y el perdón. Caridad, Palabra y perdón. Es el perdón el que dice si realmente practicamos la caridad hacia los demás y si vivimos la Palabra de Jesús». Francisco ha destacado en que el perdón es el don más grande que podemos dar a los demás y ha pedido que pensemos en nuestra capacidad de perdonar, especialmente, a quienes nos han hecho daño y, especialmente, en estos días.
«Pidamos a Jesús recién nacido la novedad de un corazón capaz de perdonar: la fuerza para rezar por quienes nos han hecho daño y para dar pasos de apertura y reconciliación», ha subrayado.
Y tras el rezo de la oración mariana, ha renovado su deseo de paz en las familias, en las comunidades parroquiales y, sobre todo, para «los pueblos atormentados por la guerra». «Paz para la querida y martirizada Ucrania», ha implorado de nuevo Francisco.