La Navidad de la Iglesia perseguida - Alfa y Omega

La Navidad de la Iglesia perseguida

Redacción

El ejército egipcio evitó en la Nochebuena ortodoxa (del 6 al 7 de enero) un atentado contra una iglesia copta en la ciudad de Rafah. En Nigeria, un nuevo atentado islamista contra una iglesia, en el noreste del país, ha originado 15 víctimas mortales. Y también ha muerto una persona en un atentado contra una iglesia copta en Libia. En Arabia Saudita, mientras tanto, la policía irrumpió en una celebración de Navidad, en casa de un diplomático asiático, y con el pretexto de que se estaba consumiendo alcohol, se llevó detenidas a 41 personas. Similar episodio se vivió en un templo cristiano en Irán, donde la policía se llevó detenido al pastor y a 50 fieles, varios de ellos conversos del Islam, que se disponían a celebrar la Navidad, para interrogarles sobre su conversión y sus opiniones políticas. En este país, ha vuelto a ser detenido estos días, y de nuevo puesto en libertad, el pastor protestante Yoycef Nadarkhani, que ya pasó tres años encarcelado por su conversión al cristianismo.

Son algunos ejemplos de las dificultades por las que atraviesan los cristianos en muchos países de mayoría islámica, en fiestas como la Navidad o la Semana Santa, aunque también ha habido estos días ejemplos para la esperanza. En Egipto, una iglesia se salvó del incendio, gracias a la alarma lanzada desde los megáfonos de una mezquita cercana, y el imán de Al-Azhar, la principal autoridad religiosa del país, ha felicitado la Navidad a los coptos, gesto con el cual desafía las amenazas de los salafistas a quienes feliciten la Navidad (hay que recordar que una coalición salafista sostiene al actual Gobierno egipcio). En Irak, el conocido clérigo chiíta Muqtada al-Sadr ha visitado –como se ve en la foto– la iglesia de Bagdad donde murieron asesinadas, en 2010, más de 20 personas. Y también hay buenas noticias en Sudán del Sur. Si el día de Navidad murieron 11 cristianos, por bombardeos del ejército del Norte, los Presidentes de ambos países han llegado esta semana a un acuerdo en la capital de Etiopía, Addis Abeba, para delimitar las fronteras, y resolver así la disputa por la región de Abyei, rica en petróleo.