La monarquía, pieza clave en la democracia española - Alfa y Omega

La monarquía, pieza clave en la democracia española

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Tras dos años en Abu Dabi, el rey emérito ha pasado unos días en España. Su regreso, una vez que la Fiscalía Anticorrupción archivó las investigaciones en su contra y después de realizar una regularización fiscal, ha hecho correr ríos de tinta. El problema no es que se abra un debate sobre la ejemplaridad exigible a un jefe de Estado o sobre conductas concretas, sino que muchos aprovechen la ocasión para cuestionar la Corona y su aportación a nuestra historia reciente.

Ciertamente no se puede absolutizar la monarquía y hay que entenderla como un medio, no como un fin, pero ha sido clave para la democracia española. Ya en la coronación de Juan Carlos I, el entonces arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, mostró su deseo de que las «estructuras jurídico-políticas» permitieran a todos los ciudadanos «participar libre y activamente» en la construcción de «una patria plenamente justa en lo social y equilibrada en lo económico». Y, ofreciéndole la «fecunda colaboración» de la Iglesia, animó al monarca a trabajar por «un reino de justicia» y «de paz». Aunque haya carencias y problemas que toca afrontar, así ha sido.