La Iglesia se ofrece para poner en marcha en España corredores humanitarios para migrantes y refugiados
Junto a este compromiso, la Comisión de Pastoral Social y Promoción Humana de la CEE reclama «modelos de acogida sostenibles y legales»
La Conferencia Episcopal Española ofrece a todas las administraciones –Gobierno central, autonomías y ayuntamientos– la colaboración y ayuda de la Iglesia católica para «propiciar el establecimiento de corredores humanitarios como se hace en otros países europeos».
A través de un comunicado de la Comisión de Pastoral y Promoción Humana, donde se inserta el Departamento de Migraciones, se une así al llamamiento humanitario que ha hecho el Papa Francisco este miércoles durante la audiencia general, a través del que ha pedido a todos los países y diócesis de Europa que trabajen para hacerse cargo de la reubicación de los migrantes y refugiados de la región mediterránea.
«Nos haremos cargo» de ellos, «como Iglesia, en los próximos meses», ha dicho el Pontífice delante de algunos refugiados que llegaron a Italia tras el viaje del Pontífice a Chipre y Grecia. En esa visita, ha recordado, pudo «la humanidad herida de los prófugos y de los migrantes».
Los obispos españoles, que conocen «de cerca el drama humanitario de las familias y personas migradas y solicitantes de protección internacional» y de aquellos que «pierden la vida en el intento», manifiestan en la nota sentirse «alentados» en los pasos dados en los últimos años «para facilitar nuevas vías de acogida en nuestras diócesis en diálogo con la administración».
Además de los ya citados corredores humanitarios, los obispos colaborarán en el impulso de «nuevos modelos de acogida sostenibles y legales, basados en el patrocinio comunitario con el que ofrecer a migrantes y refugiados una acogida digna, estable e inclusiva, según nuestras capacidades».
También la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) se ha sumado al llamamiento del Papa a las instituciones europeas para que reubiquen a solicitantes de asilo atrapados en los primeros países europeos a los que llegaron. El reciente viaje del Papa a Chipre y Grecia, afirma en un comunicado su presidente, el cardenal Jean-Claude Hollerich, ha puesto en evidencia «la desesperación de nuestros hermanos refugiados en algunos países, esperando que oigamos sus voces pidiéndonos ayuda y atención».
El también arzobispo de Luxemburgo extiende su llamamiento a las comunidades católicas, para que acojan «en espíritu de servicio» a los recién llegados. «La Iglesia en Europa no debe ser indiferente a esa llamada», sino «responder con un renovado compromiso, con una voz profética y con ejemplos concretos de solidaridad hacia estos refugiados, hijos de Dios, personas son rostro, biografía y familia, que nos necesitan más que nunca».
Junto a este ofrecimiento, invitan a las comunidades cristianas y al conjunto de la sociedad a «acoger con responsabilidad, a no desentendernos del destino de cada migrante y refugiado, a incidir sobre las causas y motivos que bloquean su futuro y a buscar soluciones estables y justas que promuevan una legislación y medios económicos centrados en procesos de migración ordenados y en cauces concretos de acogida y hospitalidad».
El Gobierno: la respuesta debe ser Europea
Este mismo miércoles, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha planteado en el Congreso de los Diputados una interpelación urgente al Gobierno sobre la inexistencia de corredores humanitarios que permitan salvaguardar los derechos fundamentales de los migrantes en tránsito dentro de las fronteras de la UE tras las muertes en la frontera entre España y Francia.
En la respuesta, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha señalado que los corredores humanitarios «no tienen un encaje fácil en la Unión Europea» y que la respuesta debe darse a ese nivel. «No lo podemos hacer solos, necesitamos a nuestros socios europeos y distintos países del mundo», ha agregado.
Tras recordar la definición de corredores humanitarios que hace la ONU, ha apuntado que España cumple en este sentido, como lo hizo con la última crisis en Afganistán. «El compromiso del actual Gobierno y de las comunidades autónomas ha quedado demostrado», ha concluido.