«La Iglesia prosigue su compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos»
El Papa ha recibido este viernes a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe
El Papa Francisco ha recibido esta mañana a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una ocasión que ha aprovechado para reflexionar sobre algunos de los asuntos que competen a este dicasterio, entre ellos los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia.
Al referirse a la necesidad de ejercitar el discernimiento en lo que respecta a la lucha contra los abusos de todo tipo, el Pontífice ha señalado que «la Iglesia prosigue con determinación su compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con especial cuidado y rigor la legislación canónica prevista».
«He actualizado recientemente las normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más incisiva la acción judicial. La acción judicial no puede bastar por sí sola para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo y corregir al delincuente», ha afirmado el Pontífice.
Las afirmaciones de Francisco llegan un día después de que un informe independiente encargado por la archidiócesis de Múnich señalase que Benedicto XVI no actuó ante cuatro casos cuando era arzobispos. Una acusación que él mismo negó al participar en la elaboración del informe y que este jueves prometió estudiar, según su secretario particular, Georg Ganswein.
También relacionado con el discernimiento, el Pontífice puso encima de la mesa otras cuestiones como, por ejemplo, las nulidades matrimoniales: «Cuando la Iglesia concede la disolución del vínculo matrimonial, no se trata solo de poner fin canónicamente a un matrimonio, que ya ha fracasado, sino que mediante este acto pastoral se pretende fomentar la fe católica en la nueva unión y en la familia, de la que este nuevo matrimonio será el núcleo».
Del mismo modo ha abordado el proceso sinodal que vive la Iglesia para recordar que este tiene que ver con la escucha de todos, la investigación y los resultados. «Un camino sinodal sin discernimiento no es un camino sinodal. Es necesario discernir continuamente opiniones, puntos de vista, reflexiones. No se puede recorrer el camino sinodal sin discernimiento», ha insistido.
Dignidad y fe
Otra de las reflexiones del Pontífice ha versado sobre la dignidad en una época marcada «por tantas tensiones sociales, políticas, e incluso sanitarias», que, en su opinión, hace crecer «la tentación de considerar al otro como un extraño o un enemigo, negándole su verdadera dignidad». «La dignidad de todo ser humano tiene un carácter intrínseco y es válida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural», ha agregado.
Finalmente, ha abordado la cuestión de la fe para afirmar que la congregación está llamada «no solo a defender la fe, sino también a promoverla». En este sentido, ha explicado que «sin la fe, la presencia de los creyentes en el mundo se reduciría a la de una agencia humanitaria» y que «la fe debe estar en el centro de la vida y acción de todo bautizado». «No nos conformemos con una fe tibia, habitual y de manual», ha concluido.