La Iglesia en Filipinas exige respuestas sobre la muerte de nueve indígenas - Alfa y Omega

La Iglesia en Filipinas exige respuestas sobre la muerte de nueve indígenas

Nueve activistas de la tribu tumandok, que luchaban por defender a sus aldeas de una megapresa, fueron ejecutados por el Ejército y la Policía Nacional tras ser calificados de terroristas

Redacción
Foto: ICAS / Mark Saludes

La Conferencia Episcopal de Filipinas ha sumado su voz a la de los obispos que en las últimas semanas han exigido que se investigue la muerte a manos del Ejército y la Policía Nacional de nueve activistas indígenas de la tribu tumandok en Panay. El lunes, el Secretariado Nacional de Acción Social, Justicia y Paz (NASSA) / Cáritas mostró en un comunicado su apoyo a las comunidades a las que pertenecían los fallecidos.

Hacía así suya la denuncia de que la persecución sufrida por los activistas se debía a su oposición a la construcción de la megapresa de Jalaur, que inundaría las aldeas de 16 de las 17 aldeas de la tribu. «Nadie está por encima de la ley. Todos estamos obligados moralmente a no aprovecharnos sino a cuidar unos de otros», afirma el comunicado.

Etiqueta roja

Según la versión oficial, las muertes se produjeron el 30 de diciembre en un forcejeo o persecución al resistirse los activistas al arresto por ser presuntamente miembros del Partido Comunista de Filipinas – Nuevo Ejército del Pueblo. Cuatro días antes, el Gobierno lo había designado como grupo terrorista. El presidente de NASSA, el obispo Jose Colin Bagaforo, criticó la campaña cada vez más agresiva del Gobierno de etiquetar en rojo (acusar de terrorismo) a las comunidades indígenas del país.

Por su parte el obispo de San Carlos, Gerardo Alminaza, exhortó a las «muchas personas buenas» que aún quedan en el Gobierno y que «no quieren más que que reinen la justicia, la paz y la compasión» a que «salgan» de su silencio para que «este tipo de violencia deje de prevalecer».

Pruebas forenses

Poco después de las muertes, la viuda de Jomar Vidal Sr., uno de los activistas, narró que su marido no se había resistido cuando los soldados y la Policía acudieron a detenerlo, y que murió ejecutado. Los soldados las arrastraron a ella y a su nieta fuera de la casa y les ordenaron que se tumbaran boca abajo en el suelo. Poco después, escucharon los disparos, compartía con la Red Radiofónica de Mindanao, en declaraciones que recogía el portal católico LiCAS. Los análisis forenses posteriores no detectaron pólvora en los fallecidos, descartando así en gran medida el relato oficial según el cual habían ofrecido resistencia.

El Gobierno de Filipinas ha afirmado que estas acciones entran dentro de su nueva guerra contra el terrorismo, cuyo buque insignia es la Ley antiterrorista que entró en vigor a mediados del año pasado. La Iglesia y grupos de derechos humanos han criticado con firmeza la norma, que permite al Consejo Antiterrorista autorizar detenciones sin orden judicial, retener a los sospechosos durante largos períodos de tiempo y facilita la clasificación de grupos y personas como terroristas.

El grupo de izquierdas pro derechos humanos Karapatan descartó las acusaciones de terrorismo contra los indígenas. Para contextualizarlas, ofreció el dato de que desde 2016 han sido asesinados 350 activistas, lo que según ellos demuestra que existe un intento de «infundir miedo entre las comunidades indígenas para silenciar su oposición a los llamados proyectos de desarrollo» del Gobierno dentro de sus territorios.

Más voces de la Iglesia

No es la primera vez que la Iglesia en Filipinas se pronuncia sobre el asesinato de los líderes tumandok. Hace una semana los obispos de la región de Bisayas Occidentales, encabezados por el cardenal José Advíncula, obispo de Cádiz (creado cardenal por el Papa Francisco el 28 de noviembre) exigieron una investigación independiente, exhaustiva y rápida de lo ocurrido. También pidieron que cese el acoso contra estas personas, y que se reconozcan las reivindicaciones legítimas del pueblo tumandok, que reclama su territorio ancestral incluido en una reserva militar.

El comunicado del Secretariado Nacional de Acción Social, Justicia y Paz / Cáritas se produjo solo un día antes del comienzo de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Filipina, que concluye este miércoles. En un mensaje, el Papa Francisco les invitó a continuar sus esfuerzos para dar testimonios concretos de «caridad evangélica» y pastoral mediante «expresiones más creativas». Esto, afirmaba, les permitirá «ofrecer esperanza y fortaleza a los que sufren y a todos los que buscan una vida más humana y digna».