La iglesia del castillo de Sarroca en el Alto Penedés
El templo de Santa María, en la diócesis de San Feliú de Llobregat, data del año 1060 y fue parte de la fortificación que funcionó como baluarte de resistencia contra el Ejército de Felipe V
San Martín Sarroca es un municipio de la comarca del Alto Penedés, en la diócesis de San Feliú de Llobregat. La iglesia parroquial, Santa María, está situada en el Turó de la Roca y la primera evidencia documental que se tiene de ella data del año 1060. Cuentan desde el departamento de Patrimonio de la diócesis que «los orígenes históricos se centran en el antiguo castillo, en cuyo entorno se formó el pueblo actual». Los vestigios arqueológicos más antiguos de la zona pertenecen a la cultura ibérica —de hecho, en 1954 se descubrió un horno de cerámica y restos de una habitación—, pero las primeras referencias escritas son del siglo X, cuando el castillo fue restaurado por Galí, del linaje Santmartí, que se estableció allí hacia el año 966. La iglesia que hoy nos ocupa era la del castillo y estaba bajo su protección.
La ampliación y consagración del actual templo tuvo lugar en el año 1204, cuando el castillo estaba en manos de Ferrer de Santmartí. Pero una vez extinguida la estirpe familiar, la construcción pasó por varios dueños. Fue en 1714 cuando la fortificación de Sarroca se convirtió en uno de los últimos baluartes de resistencia contra el Ejército de Felipe V y tuvo que capitular, junto con el castillo de Cardona. Después, en 1782, se volvió a blindar, pero se arruinó durante la primera guerra carlista. Actualmente, iglesia y castillo forman el llamado conjunto monumental de la Roca. Está considerado bien de interés cultural y fue declarado monumento histórico artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional. Ambos edificios forman parte actualmente del museo municipal.
Su construcción, explican desde Patrimonio de San Feliú de Llobregat, aúna tres épocas diferentes: «Hay una pared lombarda, del siglo XI —el templo primitivo fue derribado—; la nave y parte del ábside representan un paso del románico al gótico con la aparición de conchas y capiteles vegetales —siglos XII y XIII—, y la cúpula sobre conchas, del siglo XIV, es única para la época en la que se construyó».
Una de las grandes joyas del templo es la puerta lateral de entrada, con capiteles historiados y con decoración vegetal. En uno «se encuentra esculpido un hombre que lucha con leones, y algunos estudiosos lo han relacionado con el rey David».
Pero si algún elemento destaca especialmente en el conjunto es la decoración exterior de la cabecera. «Bajo el tejado hay una cornisa con motivos vegetales apoyada por ménsulas esculpidas con motivos geométricos y cabezas de animales y hombres que se repiten en todo el muro perimetral». Y en la zona de las tres ventanas «se desarrollan seis arcuaciones sostenidas en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales». En su interior hay otra fila de arcos «que enmarca la apertura de la ventana y que se sostiene con columnas también de decoración que combina cabezas de hombres y animales con motivos vegetales».
El edificio, restaurado en 1906 por Puig i Cadafalch, tiene en el interior un retablo gótico de la Virgen realizado en el taller de Lluís Borrassà. Algunos estudiosos consideran que es obra de Jaume Cabrera. Originalmente conservaba también una talla gótica de la Virgen María que fue destruida durante la Guerra Civil. La que hoy se puede apreciar es una reproducción. En la iglesia de Santa María de San Martín Sarroca se puede contemplar el retablo barroco del Santísimo realizado por Ramón Muret en 1718. Característico de los retablos barrocos son las columnas llamadas salomónicas, «que tienen un desarrollo retorcido de forma helicoidal que da generalmente seis vueltas y que produce un efecto de movimiento, fuerza y dramatismo».
Como es parte del museo de San Martín, el municipio ofrece visitas guiadas al conjunto y está abierto a diario.