La Iglesia deja de tener entidad de ONG en Congo
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, se reunió con el primer ministro congoleño en Kinsasa para suscribir una serie de pactos que definirán el estatuto jurídico de la Iglesia en ámbitos como la salud, las finanzas, la atención pastoral y el trabajo social
Para la Iglesia de la República Democrática del Congo, el sábado 2 de julio de 2022 será recordado como un día histórico, ya que por la tarde se firmaron en Kinsasa un acuerdo específico entre la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo (CENCO) y el Gobierno, que reconocen la naturaleza propia de la Iglesia, hasta ahora considerada por el Estado como asociación sin ánimo de lucro. Lo cuenta el periodista italiano Salvatore Cernuzio, enviado especial de Vatican News al país con la delegación que acompañó al cardenal Parolin este pasado fin de semana. La firma tuvo lugar inmediatamente después de una reunión privada del secretario de Estado vaticano con el primer ministro, Jean-Michel Sama Lukonde.
Este acuerdo pone en marcha uno anterior, firmado por la Santa Sede y el país africano el 20 de mayo de 2016. El acuerdo fue rubricado en el Vaticano por Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales, y el entonces ministro de Asuntos Exteriores congoleño, Raymond Tshibanda N’Tungamulongo. Constatando la independencia y autonomía tanto de la Iglesia como del Estado, establecía el marco jurídico de las relaciones mutuas y la posición jurídica de la Iglesia en el ámbito civil y su libertad en la actividad apostólica y en la regulación de las materias de su competencia.
Ratificado en 2019 y con entrada en vigor en 2020, nunca se había aplicado en su totalidad. El pasado mes de junio un decreto del primer ministro pedía su implementación y, por tanto, el reconocimiento de la Iglesia como entidad jurídica. Tras meses de negociaciones con la CENCO, la nunciatura y los ministerios implicados, una comisión mixta elaboró cinco acuerdos específicos que regulan los ámbitos de la enseñanza religiosa en las escuelas, las instituciones educativas católicas, las actividades caritativas y asistenciales de la Iglesia, la atención pastoral en las instituciones penitenciarias y hospitalarias, y el régimen patrimonial y fiscal.
«A partir de ahora todo será más fácil»
«Este paso es la manifestación del deseo del presidente de expresar el honor de su visita», dijo el primer ministro al cardenal Parolin. Este, por su parte, subrayó que «el acuerdo consolida la relación de cooperación que une desde hace siglos a la Iglesia católica y a las autoridades políticas de este país, al servicio de toda la población».
«El interés de la Iglesia se orienta esencialmente a la colaboración para el desarrollo humano integral de todas las personas, sin distinciones étnicas o religiosas, y especialmente de los más pobres y necesitados», recalcó el cardenal. Y afirmó esperar que el acuerdo no represente solo «el final de un largo proceso sino, sobre todo, que sea la piedra angular de una nueva colaboración más intensa y ordenada».
El arzobispo de Kinsasa, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, aseguró a Vatican News que «a partir de hoy todo será más fácil para nosotros en el ámbito de la educación, la salud, el trabajo social… todo el trabajo que venimos haciendo desde hace años». De hecho, la Iglesia en la República Democrática del Congo dirige el 50 % de las escuelas, y en el campo de la salud tiene el 40 % de los centros sanitarios».
El acuerdo da un nuevo impulso. «Si antes trabajábamos, pero nadie, empezando por un obispo en su diócesis, sabía cuáles eran los derechos y los deberes de la Iglesia hacia el Gobierno, desde ahora las cosas están más claras. Y sabemos que todo el trabajo se hace dentro de una legislación reconocida por el Estado».