La Iglesia atendió a más de cuatro millones de personas durante 2020, el año de la pandemia
La Conferencia Episcopal acaba de presentar la Memoria Anual de la Iglesia en España, que muestra que la mitad de las diócesis tuvo déficit
A pesar del confinamiento y las restricciones por la pandemia de la COVID-19 en 2020, la Iglesia católica en nuestro país no redujo su actividad caritativas y social. Las personas que pasaron por los centros socioasistenciales y sociosanitarios superaron los cuatro millones, una cifra similar al año anterior. Sí crecieron el número de centros de 9.163 a 9.222.
La aportación eclesial en este ámbito se hace más relevantes si echamos la vista un poco más atrás, pues en 2020 tenía 3.885 centros más que en 2010, lo que supone un aumento del 72,79 %, según se desprende de la Memoria de Actividades de la Iglesia 2020 presentada a la prensa este miércoles.
La mayoría de las personas atendidas, más de la mitad, lo fueron en los centros para mitigar la pobreza. El reto acudió a recursos como centros de menores y jóvenes, para promover el trabajo o para atender a migrantes. En este apartado se incluyen también las casas para ancianos, los hospitales y dispensarios.
Durante ese año, la Iglesia puso en marcha 680 acciones para hacer frente a las necesidades derivadas de la situación sanitaria: 359 asistenciales, 175 pastorales, 89 sanitarias y 57 educativas y de formación.
Según ha explicado Ester Martín, directora de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), toda la actividad asistencial de la Iglesia en los distintos campos generó un valor económico para la sociedad de cerca de 590 millones de euros, casi el doble de lo que recibe a través del IRPF, que en ese ejercicio alcanzó los 297,68 millones de euros.
Descienden los bautizos, crecen las unciones de enfermos
La actividad celebrativa sí se ha visto muy afectada por la pandemia durante 2020. Tanto bautizos (100.222) como primeras comuniones (161.950), confirmaciones (79.447) y matrimonios (12.679) se redujeron drásticamente. En un contexto de emergencia sanitaria y con una tasa de mortalidad elevada sí han crecido las unciones de enfermos, que pasaron de 25.122 a 29.627.
«Este descenso tiene que ver con la pandemia, lo cual no quiere decir que sea el único motivo. Los templos han estado cerrados varios meses y eran meses de Semana Santa, primeras comuniones, matrimonios… Y cuando se reabrió se hizo con limitaciones y había miedo a participar de forma presencial. Se puede y se debe achacar a la pandemia», ha explicado el secretario general de la CEE, Luis Argüello.
También se produce una merma en las personas que trabajan en la Iglesia o están implicadas con ella de forma activa. Baja el número de sacerdotes (16.568), seminaristas (1.066), religiosos y religiosas (35.507), misioneros (10.629) y laicos asociados (408.722). Crecen los profesores de Religión hasta los 40.118.
La mitad de las diócesis tuvo déficit
Por otra parte, la Iglesia hizo un gran esfuerzo para la construcción, conservación y rehabilitación de patrimonio con una inversión de más de 52 millones de euros en 571 proyectos. En materia educativa, sigue ahorrando dinero a las arcas públicas: 3.895 millones de euros a través de los 2.419 centros concertados católicos.
Toda esta labor la ha realizado en condiciones económicas adversas y a pesar de que las aportaciones voluntarias de los fieles, el grueso de los recursos de la Iglesia, se vio mermada en casi 25 millones de euros. Esto y el aumento de gastos como la retribución del clero y del personal seglar y la conservación de edificios y gastos de funcionamiento han provocado que todas las diócesis sumen un déficit de 7,6 millones de euros. Durante el 2020, cerca de la mitad de las diócesis tuvo déficit.