La Iglesia, ante el conflicto minero - Alfa y Omega

La Iglesia, ante el conflicto minero

Redacción

El arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, habla, en su última carta, sobre el conflicto minero, asunto que ha seguido de cerca. De hecho, en diciembre, visitó la población de Cerredo, donde los mineros llevaban tres meses sin cobrar, y el arzobispo les donó tres meses de su sueldo, animando a los sacerdotes a realizar actos similares. «Mi gesto no solucionó su precariedad —reconoce—, ni fue vanagloria para echarme incienso. Sólo eso: un gesto de humana y cristiana solidaridad puesto en el candelero». Sin embargo, a pesar de comprender el drama humano que implica el fin de las subvenciones a la minería, el arzobispo pide, «en nombre de la cordura sensata…, que cese la violencia que coacciona la libertad, llegando incluso a peligrar la integridad física de gente inocente», y que «se abra un cauce de diálogo maduro y responsable entre las partes».

También el obispo de León, monseñor Julián López, ha mostrado su «preocupación por las situaciones de inseguridad y violencia que derivan de este problema»; y ha pedido a todas las partes implicadas en este conflicto que «establezcan un diálogo oportuno y adopten las soluciones que mejor preserven el bien común, de las personas y de las familias». De igual modo, el obispo de León pide que «se tenga en cuenta el derecho al trabajo» en las comarcas mineras afectadas, y ha puesto la diócesis a disposición de cuantos necesiten de su ayuda.