La Fraternidad Sacerdotal de San Pedro agradece al Papa poder seguir usando el misal de 1962
En un encuentro en el Vaticano, le presentaron «las dificultades encontradas en su aplicación» y el Pontífice los animó a «seguir construyendo cada vez más plenamente la comunión a través de su carisma propio»
La noticia de que el Papa retomó su agenda el pasado jueves tras someterse el día anterior a algunos controles médicos debido al cuadro gripal que sufre restó atención mediática a la cita que mantuvo con el superior general de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, el sacerdote Andrzej Komorowski. Esta sociedad de vida apostólica reúne a sacerdotes y seminaristas que si bien en su origen estuvieron vinculados al arzobispo Marcel Lefebvre y en sus celebraciones siguen exclusivamente la liturgia del misal de 1962 —la forma extraordinaria del rito romano— están en plena comunión con el Santo Padre.
El encuentro del Papa con Komorowski de este jueves sirvió para expresar su profunda gratitud al Santo Padre por el decreto del 11 de febrero de 2022 por el que el Pontífice confirmaba su especificidad litúrgica, autorizándolos a mantenerla. En julio del año anterior, mediante el motu proprio Traditionis custodes, había limitado la celebración en la forma extraordinaria del rito romano a casos excepcionales, sujetos a que la Santa Sede diera permiso al obispo diocesano. Una decisión que casi tres años después sigue levantando ampollas en algunos de los sectores católicos más tradicionalistas.
Según el comunicado hecho público por la fraternidad, junto al agradecimiento también quisieron «compartir con él las dificultades encontradas en su aplicación». El Obispo de Roma «se mostró muy comprensivo e invitó a la Fraternidad de San Pedro a seguir construyendo cada vez más plenamente la comunión eclesial a través de su carisma propio», asegura la nota. Después de aprobar Traditionis custodes, Francisco ha explicado —por ejemplo durante un diálogo privado con jesuitas húngaros— que detrás del motu proprio estaba la necesidad de preservar la unidad de la Iglesia y cortar de raíz las divisiones ideológicas.
La Fraternidad Sacerdotal de San Pedro fue fundada en 1988 por doce sacerdotes de la Sociedad de San Pío X después de que su cabeza, el arzobispo Marcel Lefebvre, ordenara a tres nuevos obispos a pesar de que se lo había prohibido Juan Pablo II. Esto los situó fuera de la Iglesia católica junto a miles de seguidores que no aceptaban las reformas del Concilio Vaticano II.