La fe católica de uno de los libertadores de América del Sur - Alfa y Omega

La fe católica de uno de los libertadores de América del Sur

Se cumplen 200 años de la muerte del argentino Martín Miguel de Güemes, un hombre que cruzó los límites de su origen social y fue clave para la emancipación en América del Sur. Un patriota con una profunda fe cristiana

Lucas Schaerer
‘El General Güemes y sus Gauchos’, D. Bourrelly. Museo Histórico del Norte, Cabildo de Salta (Argentina)

Cuenta la leyenda que la primera toma de un barco por jinetes partió desde la basílica de Nuestra Señora de Luján, situada a 70 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires –y a donde cada año se realizan dos multitudinarias procesiones–. Entre ellos estaba el joven Martín Miguel de Güemes, que partió con la bendición de la patrona de Argentina a tomar por asalto desde sus caballos un barco, La Justina.

Güemes, nacido en la provincia de Salta (en el norte argentino) es considerado, junto a Simón Bolívar y José de San Martín, el trípode donde se asienta la libertad de América del Sur, según el historiador argentino de la provincia de Salta Bernardo Frías.

El conocido como protector de los pobres, o el gaucho de la patria grande, conformó un ejército con el pueblo (indígenas, gauchos y campesinos) de la entonces Provincias Unidas del Río de la Plata (que hoy abarca Bolivia y Argentina), que luchó entre 1814 y 1821 con tropas no militarizadas profesionalmente pero emancipadas, que fueron retratadas en la novela épica La guerra gaucha de Leopoldo Lugones.

El profesor Luis Oscar Colmenares, socio fundador del Instituto Güemesiano de Salta, en su trabajo titulado Güemes gobernante católico relató la humanidad, sensibilidad y fe cristiana del general libertador.

La anécdota más significativa es aquella de una medalla rectangular de unos 10 x 14 centímetros, que representa en relieve y vívidos colores esmaltados al Ecce Homo. Cuenta el profesor Colmenares que la reliquia siempre era llevada por el general, colgada al cuello, cuando salía en campaña y que se le había pronosticado que le sería fatal el día que no la tuviera.

Aquel aciago día que fue herido de muerte, a causa del apuro ante una supuesta alerta de su hermana Macacha, olvidó colgar junto a su corazón la imagen dolorida de Cristo compañero. Según la tradición, la falta de esta medalla fue la causa de que la bala lo alcanzara. Al morir, su cuerpo fue trasladado para ser enterrado en la iglesia de la localidad de El Chamical. Otro dato significativo de la fe católica de Güemes fue su Bautismo, realizado el 9 de febrero de 1785, en la Ciudad de Salta.

No obstante, mientras fue gobernador protegió a varios obispos expulsados de otros territorios.

El general Martín Miguel de Güemes será homenajeado por los gauchos en una jineteada que alcanzan los 12.000 caballos, que está previsto que se realice en noviembre, con motivo de los 200 años de su fallecimiento. Para este evento, varios sacerdotes de Salta y del resto de Argentina están preparando sus trajes de gauchos y caballos.

También en la localidad rural de Luján, de donde partió en 1806 el cadete de infantería Güemes a capturar una fragata enemiga de 26 cañones, el grupo de laicos de los movimientos populares Misioneros de Francisco homenajeó este lunes al libertador en la Casita de la Virgencita y el Negro Manuel, compartiendo el almuerzo con las personas sin hogar.