La familia del sacristán asesinado en Algeciras pide que no se aplique la eximente por trastorno delirante al acusado
Los abogados de la víctima recuerdan que Yasin Kanza «comenzó a leer a través de internet páginas de terrorismo»
Los abogados de Diego Valencia, el sacristán asesinado el pasado 25 de enero durante un ataque a dos iglesias de Algeciras (Cádiz), han reclamado que se tengan en cuenta los detalles del crimen para descartar la posibilidad de eximir del delito de terrorismo al autor confeso del crimen, Yasin Kanza, por un trastorno delirante.
En un comunicado recogido por EFE, los abogados, que asumen la acusación particular en el proceso, han querido precisar que la defensa del detenido reconoce en su escrito de apelación, presentado ante la sala de la Audiencia Nacional, que su defendido es el autor de los hechos, y también que el delito de terrorismo puede ser cometido por una sola persona, tal y como sucedió en los hechos que se juzgan.
Sobre la existencia de informes psiquiátricos de los forenses de la Audiencia Nacional y de la defensa que coinciden en que el detenido padece un trastorno psiquiátrico, los abogados de la acusación apostillan también que el juez instructor del Centro Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, en el que Yasin Kanza se encuentra recluido, ha solicitado también un examen psiquiátrico que aún no se ha emitido.
Además, subrayan que la defensa trata de aplicar un eximente de culpa teniendo en cuenta dicho trastorno, el cual no conllevaría la exención de responsabilidad, sino una reducción de la pena.
Sobre este extremo, consideran «difícil» que se pueda eximir de responsabilidad al autor confeso de los hechos apelando a detalles de los mismos tales como que «convivía con otras personas de su misma nacionalidad, que meses antes de cometer el atentado comenzó a leer a través de internet páginas de terrorismo; que eligió iglesias cercanas unas a otras; que conocía el horario de Misas, con la finalidad de poder atentar contra la religión católica y quienes la encarnan (sus sacerdotes) y resto de fieles que acuden a diario a profesar su fe; y que planeó de forma macabra su acción».
A través de sus abogados, los familiares del asesinado aclaran que su interés «es que se haga justicia con el asesinato de nuestro esposo y padre, y que los medios de comunicación puedan reflejar la realidad de cuanto acontece, todo ello por respeto a la dignidad de nuestra familia».
En torno a las informaciones procedentes de la defensa de Kanza, la familia de Diego Valencia sentencia que «no hacen más que aumentar el dolor por el injusto, macabro e inmerecido hecho cometido contra nuestro padre, existiendo, al parecer, un especial interés por parte de algunos en que no encontremos el consuelo y serenidad que, en estos momentos, necesitamos».