La diócesis de Orense, 100 % de energía verde
Ha cambiado sus contratos a una empresa que suministra energía eléctrica de origen renovable y que instalará placas solares en algunos edificios eclesiales. «Teníamos la oportunidad de hacer algo por la casa común»
En la encíclica Laudato si el Papa advierte de que la tierra requiere una «conversión ecológica», un «cambio de rumbo» para que el hombre asuma la responsabilidad de «cuidar la casa común». Ese camino lo acaba de comenzar ahora la diócesis de Orense, que se ha convertido en una de las entidades pioneras del panorama eclesial español en la implementación de energía verde. Sin embargo, la conversión energética que ha emprendido la iglesia orensana tiene su origen en una cuestión más administrativa: el mejor aprovechamiento de los recursos económicos. «Desde la Delegación de Economía de la diócesis estábamos haciendo una revisión de todos los contratos sobre los suministros que teníamos con distintas compañías energéticas. Tuvimos reuniones con varias de las empresas con mayor presencia en el mercado hasta que, por mediación de otra institución de la Iglesia, apareció Solgaleo», explica Raúl Alfonso, delegado de Economía de la diócesis.
Las dos entidades se conocieron en una entrevista «en la que nos explicaron que su rasgo distintivo, por convicción, era el suministro de energía eléctrica de origen 100 % renovable». A partir de este momento, la operación ya no solo se trataba de una cuestión puramente económica, sino que «vimos una forma de proceder que casaba a la perfección con la línea de pensamiento de la Iglesia. Teníamos la oportunidad concreta de hacer algo, como pide el Papa Francisco, por el cuidado de la casa común, así que nos parecía importante llegar a un acuerdo con ellos», subraya Rául Alfonso.
Ambas entidades firmaron recientemente un acuerdo para que la empresa se convirtiera en la encargada de la energía de la diócesis. En la decisión influyó también la localización de Solgaleo en el territorio de la provincia. «Es una manera de apoyar la economía local en un contexto de crisis económica con el actual», explica el delegado, y de apostar por el desarrollo de una región que, dentro del mapa español, no es que sea de las más avanzadas en proyectos de innovación.
Para Germán Rodríguez-Saá, fundador y presidente de Solgaleo, el acuerdo es «uno de los más importantes a los que ha llegado nuestra compañía». Es también «una gran responsabilidad» por «convertirnos en la firma de confianza de la diócesis para realizar su cambio de modelo energético» y por hacer esta transformación «en muchos edificios que siempre han estado en primera línea de la prestación de servicios sociales». El empresario habla también del orgullo que supone «poner nuestro grano de arena para ayudar a que la diócesis de Orense sea pionera a nivel estatal en el consumo de energías limpias».
Con el convenio vigente, «lo que se está haciendo ahora es cambiar todos los contratos de otras compañías a Solgaleo». Además, la empresa «está haciendo un estudio de cada punto de suministro para que esté configurado de cara a las necesidades reales de utilización». Por último, «también se están viendo las posibilidades de autogeneración de energía en cada uno de los suministros, con las instalación de paneles solares», explica el delegado.
Respeto al patrimonio
De esta forma, la diócesis ya está utilizando energía verde en 25 de sus edificios, entre los que se encuentran la sede del obispado, la catedral, la casa sacerdotal, la casa de ejercicios, el Centro de Conservación y Restauración San Martín, varias rectorales y diferentes parroquias. «La idea, además, es que se vayan incorporando todos los templos, aunque eso depende en última instancia de los párrocos, que son los administradores y quienes deben tomar una decisión», explica Raúl Alfonso.
Respecto a la cogeneración de energía, «el estudio está más avanzado en edificios como el seminario y la casa de ejercicios», donde próximamente comenzará la instalación de las placas para el autoconsumo. Se espera que generen cerca del 40 % de la energía consumida por estos edificios. «En el resto de inmuebles hay que ver esta posibilidad con más calma, porque muchos de ellos son bienes de interés cultural y están sujetos a las normas del patrimonio cultural», detalla el sacerdote gallego.
Además del ahorro económico en la factura de la luz –lo que también ofrece la posibilidad de dedicar ese dinero, por ejemplo, a tareas pastorales– y del cuidado de la casa común en el que tanto insiste el Papa Francisco, este cambio de modelo energético de la diócesis de Orense también aspira a ser una llamada de atención para los propios fieles e incluso para la sociedad en general, «que ven como la institución se toma en serio este tema», concluye el delegado de Economía.