La delegada de Familia de Madrid aplaude la ampliación del permiso de paternidad 

La delegada de Familia de Madrid aplaude la ampliación del permiso de paternidad

María Bazal valora que se vayan a disfrutar dos semanas remuneradas después del primer año. Todo lo que «dé de verdad tiempo para estar con sus hijos» y facilite la conciliación «sin tirar de guarderías o abuelos» es positivo, subraya

María Martínez López
Una mujer con su hijo. Foto: Jesús Hellín/Europa Press

La ampliación del permiso de paternidad y maternidad en tres semanas, aprobada por el Consejo de Ministros este martes, es una buena noticia para las familias de España. Lo subraya en declaraciones a Alfa y Omega María Bazal, delegada de Familia y Vida de la archidiócesis de Madrid. Con esta reforma, el Ejecutivo quiere cerrar el expediente sancionador por no haber traspuesto a tiempo la directiva europea 2019/1158, lo que le acarreaba una multa diaria de más de 9.000 euros. Pero, «aunque sea por ese motivo, todo lo que ayude bienvenido sea», asegura.

 A las 16 semanas por progenitor existentes hasta ahora, se suman otras tres con una novedad: una se debe coger en el primer año transcurrido desde el nacimiento, la adopción o el acogimiento, pero las otras dos se pueden disfrutar cuando se desee, antes de que el niño cumpla los 8 años. Todas ellas serán remuneradas a cargo de la Seguridad Social, sin coste para las empresas. 

Eso diferencia esta ampliación del permiso de ocho semanas para cuidado de los hijos menores de 8 años, que tiene la forma de una suspensión de empleo. Así, ahora los padres podrán estar con sus hijos diez semanas por niño después del primer año de vida: dos retribuidas y ocho no. 

Retroactiva

Además, la medida es retroactiva y se podrán acoger a ella los padres de los niños nacidos después del 2 de agosto de 2024. Los cabezas de las familias monoparentales pasarán a tener 32 semanas de permiso, 28 en el primer año y cuatro en los siguientes. Estos permisos se suman al de lactancia, que si se coge en días enteros supone tres semanas.

Bazal valora positivamente la novedad que supone extender el permiso de paternidad más allá del primer año de vida —o de acogimiento o adopción— del menor. También que se apueste por una forma de conciliación que suponga liberar a los padres en vez de ofrecer apertura de centros u otras opciones mientras estos siguen trabajando. 

«En una situación normal, de vínculos de amor y cuidado, los hijos con quien están mejor es con sus padres». Estas medidas suponen «dar de verdad a la gente que quiera el tiempo y el espacio para poder estar con sus hijos sin que se lo impida el trabajo y sin tener que tirar de guardería o de los abuelos». Por mucho que las relaciones entre ellos y los nietos sean algo «fenomenal», no lo es tanto que «a veces tengan que estar pendientes de ellos todos los días». 

La delegada de Familia y Vida también subraya el «estrés que genera a muchos padres y madres» el tener que conciliar la paternidad con los horarios laborales, sobre todo en periodos como las vacaciones. Y, junto a ello, «esa sensación de estar dejando a los hijos para poder pagar la hipoteca». 

Ayudas no económicas

Con todo, Bazal matiza que esta ampliación «es una parte pero todavía no es suficiente. Dicen que con esta medida estamos casi al nivel de los países del norte de Europa pero faltan muchas cosas». En la misma línea de que la conciliación suponga de verdad tiempo con los hijos, «lo ideal sería que todas las semanas del permiso para el cuidado de hijos fueran remuneradas», que era lo que pedía Bruselas. «Eso sí que daría total tranquilidad a las familias». 

Otras reivindicaciones de la delegada son «mayores ventajas fiscales para las familias», así como «a la hora de alquilar o comprar una casa». También ofrecer «ayudas más cercanas a nivel personal», que echen una mano a los padres en situaciones como los primeros meses de vida de los bebés sobre todo «si no tiene red social». Cita el caso de «unos conocidos nuestros que se mudaron a Bruselas. Tuvieron gemelos, y hubo una persona apoyándolos todo el primer año» de parte de la Administración.

Por último, Bazal expresa su deseo de que «los matrimonios y parejas de las próximas generaciones puedan tomar de verdad la decisión de tener o no tener hijos sin que la motivación sea el tema económico o no poder conciliar o tener ayuda». Todo lo que vaya en esa línea será «un incentivo» que facilitará a quien lo desee tener «dos, tres o cuatro hijos». Algo que «también es un beneficio para la sociedad, porque la rejuvenece».