La familia Stuart está «que se sale». Se engancharon en los noventa al boom económico y su empresa La corralita no deja de dar beneficios. La vida les sonríe. Los Stuart son un matrimonio felizmente casado con una hija ejemplar, carreras brillantes, gran poder adquisitivo… Pero no es oro todo lo que reluce, y «con la que está cayendo» (económicamente hablando), parece que no van a aguantar la fachada de familia perfecta que a todos hacen ver.
La obra, firmada por José Alberto Maestro y dirigida por Lidio Sánchez Caro, abarca mucho pero dice poco. La historia pretende ser una crítica a la situación actual económica, e incluso apunta otros temas muy interesantes como la hipocresía social, incomunicación generacional, infidelidad matrimonial, drogadicción o perversión sexual. Pero este traje le queda demasiado grande a un libreto insulso y facilón. Pasa superficialmente por cada uno de estos temas porque no es una radiografía social, sino una parodia actual que cae en los prejuicios y tópicos a los que estamos acostumbrados: la clase media alta y tradicional versus la generación idealista y luchadora del 15M, los malos contra los buenos, los incongruentes contra la sensatez, los tiranos contra los liberadores… Y así, reduciendo absolutamente a la persona a clichés demasiado superficiales, La decorosa vida de los Stuart intenta ser desternillante pero se queda en la carcajada ligera, maleducada y, en algunos momentos, hasta soez.
La altura interpretativa de los actores no se luce porque el argumento y los personajes no dan más de sí. El elenco lo encabeza Naím Thomas, rostro conocido por su aparición en Operación Triunfo, junto con Mónica Caballero (excelente). Destaca la joven promesa Irene Santos, que encarna a la hija Stuart. Muchos gags vienen de la mano de Manuel de la Fuente, el discreto mayordomo que no se corta a la hora de expresar, sin palabras, lo que acontece en esa casa.
La decorosa vida de los Stuart llega al Teatro Arenal después de su éxito de público en el circuito off, pero el salto parece que le queda un poco grande. La historia pretende más de lo que ofrece, y quizá sea otro efecto para describir la pretenciosa vida de esta familia rocambolesca.
★★☆☆☆
Calle Mayor, 6
Sol
OBRA FINALIZADA