La cruz de Caravaca, cinco siglos uniendo España y América
La característica cruz de doble brazo fue introducida por los jesuitas en América a finales del siglo XVI y en 2005 propició el hermanamiento de Caravaca de la Cruz y la localidad brasileña de San Miguel de las Misiones
Los jesuitas llegaron a la provincia del Paraguay –formada por Paraguay, Brasil y parte de Argentina– en torno al año 1585 y hasta la disolución de la orden a finales del siglo XVIII, cerca de una veintena de misioneros murcianos, algunos de ellos de Caravaca de la Cruz, recalaron en la región para evangelizar principalmente a los guaraníes.
Estos religiosos, entre los que destacaban Francisco de Robles, Martin López, Antonio Martín o Francisco Lardín, fueron quienes difundieron en la región la característica cruz de Caravaca –de doble brazo–, que se terminó convirtiendo en «el principal símbolo religioso de las misiones en la zona», explica Luis Melgarejo, hermano mayor de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
De esta forma, la cruz propició a lo largo de los siglos una cercanía entre Caravaca de la Cruz y gran parte de América del Sur, especialmente con la localidad brasileña de San Miguel de las Misiones –uno de los puntos neurálgicos de los jesuitas en la región-, que se terminó concretando en el año 2005 con la firma del hermanamiento de los dos enclaves. La idea era ahondar en las relaciones y desarrollar actividades de forma conjunta, «pero no fue posible llevarlo a cabo y todo se había quedado en buenas palabras. Estaba un poco parado», asegura Melgarejo.
El hermanamiento, sin embargo, se acaba de reanudar durante este mes de septiembre y ya se ha celebrado un primer encuentro online, el 3 de septiembre, para trabajar en su desarrollo. En el encuentro participaron distintos representantes del Ayuntamiento de Carava, el propio Luis Melgarejo o el brasileño José Roberto de Oliveira, que fue uno de los impulsores del hermanamiento en 2005.
«Tras salir elegidos para formar la Junta Representativa de la cofradía dedicamos algún tiempo a pensar cómo podíamos hacer para seguir expandiendo la cruz de Caravaca por todo el mundo». Entonces, «alguien propuso retomar este tema y entre todos organizamos el acto del 3 de septiembre», explica el hermano mayor.
En la reunión se propuso organizar viajes de periodistas españoles a San Miguel de las Misiones y viceversa, o realizar intercambios culturales de jóvenes, así como la organización de diferentes actos religiosos conjuntos. «Al parecer al Gobierno de Brasil le ha interesado mucho la posibilidad de llevar a cabo estos intercambios culturales y religiosos», subraya Melgarejo, que también elucubra sobre la posibilidad de crear un Camino a Caravaca transoceánico. «¿Por qué no lo empezamos? Tardaría unos años en ser una realidad, pero siempre hay que dar un primer paso».
Por último, Luis Melgarejo destaca el «total apoyo de la diócesis. Están a favor de ahondar en este hermanamiento. De hecho, ahora me voy a allí a una reunión y volveremos a comentar el tema», concluye el hermano mayor de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.