La Cruz, antorcha de la fe - Alfa y Omega

La Cruz, antorcha de la fe

Buscar nuevos caminos para acercar a los jóvenes a la Iglesia: ésta es la meta que se ha marcado la diócesis de San Sebastián, a la hora de organizar el programa de actos, con motivo de la llegada a la capital guipuzcoana de la Cruz y del Icono de la Virgen, de la Jornada Mundial de la Juventud, a partir de mañana y hasta el jueves 30 de septiembre

Cristina Sánchez Aguilar
Monseñor Munilla bendice a los jóvenes misioneros que vuelven de su evangelización veraniega, el pasado 22 de agosto en la catedral del Buen Pastor.

«Hablar de la Cruz hoy puede parecer que no es interesante o significativo para los jóvenes», expresaba monseñor Munilla en la rueda de prensa de presentación de los actos. Pero el «lenguaje de la Cruz es algo que no podemos obviar, algo verdaderamente significativo, porque el dilema de la vida no es Cruz o no Cruz, sino Cruz con o sin Cristo. La Cruz sin Cristo es sufrimiento sin esperanza, cuando está Cristo es sufrimiento, pero también es gloria, entonces encontramos el sentido», añadió.

Además, en línea con su pastoral de jóvenes desde el inicio de su ministerio episcopal, señaló como el gran reto de la Iglesia: «Transmitir el mensaje de la fe a las generaciones más jóvenes». Por eso, la diócesis guipuzcoana se ha volcado con la llegada de la Cruz, «un signo sencillo que lleva 26 años de peregrinación por el mundo, en el que millones de personas han puesto sus ojos y del que han recibido un mensaje de esperanza», explicó el obispo de San Sebastián. Será para ellos una antorcha de fe, definió la Cruz monseñor Munilla, «con la que queremos que los jóvenes se acerquen y así conozcan nuestra Iglesia, al tiempo que la Iglesia conozca también a nuestros jóvenes».

Motivar a los jóvenes

Don Juan Cruz, Vicario de Pastoral, ha explicado a Alfa y Omega que el objetivo fundamental de la acogida de la Cruz es «motivar a unos jóvenes a los que sabemos que no estamos llegando». Lo harán a través de dos vías: la primera, acercándose a los distintos pueblos de la diócesis; la segunda, acercándose a sus realidades. Una de ellas será la de las personas que más sufren en la sociedad; así, los jóvenes, junto con la Cruz, conocerán la cárcel, el albergue de transeúntes de Cáritas, un psiquiátrico y el hospital provincial.

El cartel de la acogida de la Cruz.

Por otra parte, «queremos que conozcan nuestras parroquias: serán como pequeñas experiencias Erasmus de una semana por los pueblos», señala don Juan. Otra de las presencias destacadas estará en los santuarios, concretamente en Loyola, en torno a san Ignacio; en Aránzazu, en torno a María; y también en el santuario de Guadalupe en Fuenterrabía. Finalmente, la Cruz peregrinará por las comunidades contemplativas de la diócesis: «Todos los días, al inicio y al final de día, visitaremos todos los conventos y monasterios de Guipúzcoa».

Un intenso programa

El primer día, como ciudad costera que es y con una amplia tradición pesquera, San Sebastián acogerá la Cruz, que llegará en barco al puerto, donde alumnos de los colegios la esperarán para trasladarla a la catedral, donde tendrá lugar un encuentro con monseñor Munilla. Don Ibon Elósegui, delegado de Juventud de la diócesis de San Sebastián, afirma que «los jóvenes tienen un lugar privilegiado en la programación, por lo que nos encontraremos con ellos en distintos puntos de nuestra geografía, tanto con los alumnos de Bachiller, como con los estudiantes universitarios, con quienes celebraremos la Eucaristía». El mundo de la cultura también tendrá su lugar en la programación: «Para ello —continúa don Ibon Elósegui—, tendremos la ocasión de hacer un cinefórum con el director de La última cima, don Juan Manuel Cotelo, quien proyectará su película en la catedral del Buen Pastor».

Todo ello siempre acompañado de momentos intensos de oración. Hay programada una vigilia de oración con los jóvenes, «un encuentro en el que pediremos al Señor por las vocaciones; y durante toda la noche del sábado al domingo, el Santísimo quedará expuesto para adoración de los fieles», afirma don Ibon.

Una intensa respuesta

La respuesta con motivo de la llegada de la Cruz y del Icono de la Virgen a San Sebastián está siendo sorprendente. El delegado de Juventud constata que «son cada vez más los jóvenes que se van mostrando voluntarios a colaborar en los distintos actos programados». Esto demuestra, para alegría de la diócesis, que «los jóvenes están deseosos de ser partícipes en este evento de la Iglesia católica como son las Jornadas Mundiales de la Juventud».

La clave está en la fuerza de la Cruz: «La Cruz, que nuestro querido Juan Pablo II regaló a los jóvenes, tiene una fuerza increíble, que va más allá de lo que podamos imaginar. El hecho de que esta Cruz haya viajado por todo el mundo, que tantas personas hayan puesto sus manos sobre ella, que haya sido partícipe de tantos acontecimientos, hace que los jóvenes sientan hacia ella una atracción especial que les haga salir de su cotidianidad y querer ser testigos de su paso a través de nuestra diócesis», concluye el Delegado de Juventud. Todo un acontecimiento en la rica vida de la Iglesia en Guipúzcoa.