La apuesta por el rearme marca la primera intervención de la UE en el G7
La cumbre que comenzó el domingo en Kananaskis (Canadá) está marcada por los bombardeos entre Israel e Irán, que agravan aún más las divergencias entre Estados Unidos y los demás participantes. No se espera un comunicado final conjunto
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, reivindicó este domingo «la importancia disuasoria del artículo 5 del tratado de la OTAN», que establece el compromiso de defensa colectiva entre sus miembros. En el primer día de la cumbre del G7, que se celebra en Kananaskis (Canadá), recordaba así al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su compromiso con Europa en un momento en el que el mandatario republicano está empeñado en implantar una política aislacionista.
Costa también planteó la voluntad de la UE de «hablar con Estados Unidos» de «cómo podemos asumir mayores responsabilidades» en el ámbito de la defensa, como viene reclamando Trump. Pero para ello le ha presionado a abandonar la guerra comercial: «Dado que ese es el principal tema, deberíamos evitar presentar otros asuntos que socaven nuestra capacidad económica. No es el momento de crear problemas comerciales».
El complejo contexto geopolítico, la escalada de los conflictos y la tendencia al rearme y el desafío de la política económica estadounidense al mercado global son solo algunos de los retos a los que se enfrenta la cumbre. En los últimos días, se vio agravada por las oleadas de misiles que se están lanzando Israel e Irán y que amenazan con provocar un grave conflicto regional.
Antes incluso del inicio de las conversaciones, fuentes oficiales canadienses filtraron que ante la prevista imposibilidad de esto, el encuentro concluirá con una declaración del presidente de la reunión, el primer ministro, Mark Carney. Además, el G7 producirá una serie de declaraciones en algunos de los temas que se abordarán en la cumbre. A pesar de las «divergencias» entre países, fuentes europeas indicaron a EFE que «la importancia de este G7 es también que ofrece la oportunidad a los líderes de tratar esos temas de forma muy abierta». El G7 engloba a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, aunque la UE también participa como miembro.
Las potencias nucleares están reforzando sus arsenales atómicos y abandonando los pactos de control de armas. Está surgiendo así una nueva era de amenazas que ha puesto fin a la política de reducción adoptada desde la Guerra Fría. «Del inventario mundial total de aproximadamente 12.241 ojivas en enero de 2025, alrededor de 9.614 estaban en arsenales militares para uso potencial», señala el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en su inventario anual de las armas más peligrosas del mundo. El informe, que recoge DW, apunta a que alrededor de 2.100 de las ojivas desplegadas se mantuvieron en un «estado de alta alerta operativa» en misiles balísticos, casi todas en Estados Unidos o Rusia. El arsenal de más rápido crecimiento es el de China: desde 2023, Pekín añade alrededor de 100 nuevas ojivas por año.