Juan José Aguirre: «El consejero del presidente centroafricano es ruso»

Juan José Aguirre: «El consejero del presidente centroafricano es ruso»

El obispo de Bangassou visita España. Con un coadjutor recién nombrado, no cree que espere a los 75 años para dejar su diócesis

María Martínez López
Aguirre (centro) presenta en Córdoba la comida benéfica de la Fundación Bangassou el próximo 9 de marzo. Foto: Fundación Bangassou.
Aguirre (centro) presenta en Córdoba la comida benéfica de la Fundación Bangassou el próximo 9 de marzo. Foto: Fundación Bangassou.

¿Cómo se encuentra, de visita en España con un obispo coadjutor, Aurelio Gazzera, recién nombrado?
Estoy contentísimo, porque lo había pedido yo. Nos queda todavía un tramo que hacer juntos, de al menos un año o año y algo hasta que logre traspasarle toda la memoria de la diócesis después de 25 años y comentarle los proyectos que se están realizando. Luego él, con los carismas que tiene, puede realizar nuevos proyectos y reorganizar la diócesis. Gazzera tiene mucha experiencia en agricultura, organiza unas ferias de semillas desde hace 18 años. Así que Bangassou puede despegar en eso. También es muy manitas, tiene un don para la pintura y la escultura, está haciendo una vidriera para una capilla que es una preciosidad. Así que ahora que estamos haciendo una capilla que financia el cabildo de Córdoba y otra que costea la Hermandad de la Macarena, de Sevilla, le diré que le de el toque final de la decoración.

En realidad, hasta que tenga que presentar la renuncia a los 75 años le queda más de un lustro.
No tengo porqué estar en la diócesis hasta esa edad, creo que le dejaré que camine solo antes. Un obispo no puede pesar tanto tiempo sobre su coadjutor. El momento será cuando Dios nos inspire. El Señor dirá el momento en que yo disminuya para dejarle crecer a mi sucesor.

¿Cómo está la situación en la República Centroafricana?
Mejor que hace cinco años. Los miembros del Grupo Wagner rusos, que todos denigran, brutos y ansiosos de oro y diamantes como son, han expulsado a casi todos los 30 señores de la guerra que había en el país. En ese sentido se ha vivido una mejoría. Solo al este de la diócesis, donde no han llegado, tenemos problemas. Pasé la Navidad en esa zona y hay todavía rebeldes que nos hacen sufrir. Esta semana un sacerdote de Bangassou viajó a Costa de Marfil para recibir cuidados médicos porque le pegaron un tiro hace seis meses y la herida no se cura del todo. Y en su pueblo hay muchísima gente igual, 10.000 personas tuvieron que huir, todos los no musulmanes.

Entonces, ¿el país ha ganado en seguridad a cambio de que saqueen sus recursos?
Por supuesto. No son hijas de la caridad, han venido para imponer seguridad pero a cambio tendrán sus acuerdos con el Gobierno, que no podemos leer. De hecho, pensamos que quieren instalarse cerca de Bangassou para explotar unas minas de uranio. En otros sitios han ido por el bosque talando troncos de maderas preciadas, en otros sitios tienen minas de oro y diamantes.

Entre tanto, la ONU va a revisar la labor de su misión en el país, la MINUSCA, después de diez años. ¿Qué les diría a sus responsables?
Toda la población, de forma generalizada, tiene antipatía a la MINUSCA. La gente ve cómo llegan millones y millones de euros al país que se gastan en logística para esos 12.000 soldados que hacen muy poco. Ayudan, tienen proyectos de impacto social, pero el gasto es tan enorme… El otro día vinieron unos polacos para visitar a niños cuyos padres eran soldados de la MINUSCA y no dejar a sus madres abandonadas. Esto no ha trascendido. No sé si quienes lo revisen tendrán las manos libres para ver qué pasa con independencia. No lo creo. Imagino que tendrá cortapisas o que el informe terminará en algún archivo al que nadie tenga acceso. Una cosa sí es cierta: la MINUSCA y rusos se entienden muy mal. Intentan no cruzarse para que no salten chispas.

En realidad, ahora el Grupo Wagner ha sido sustituido por el Cuerpo Africano del Ejército ruso. ¿Han notado la diferencia?
Todos los miembros se han integrado en las Fuerzas Armadas rusas aunque no sean soldados. Lo que hemos notado últimamente es que han sacado a muchos efectivos de República Centroafricana para llevarlos a Ucrania porque había dificultad para reclutar a gente joven de Rusia. Han reducido el personal pero no la presencia en las zonas que intentan controlar. El otro día estaba en Bangui y llegó un camión lleno de rusos con pasamontañas. Entraron en un almacén buscando bebida y algo de comer e impresionaban porque eran grandes como armarios.

¿Ha tenido algún contacto con ellos?
Hace un año invadieron una zona y se metieron en una misión donde no estaban los padres. Durante siete meses no hubo manera de entrar allí. Solo pude entrar porque se lo pedí al consejero del presidente, que es ruso. Me dieron permiso, liberaron una habitación y pude estar con ellos una semana mientras visitaba la zona. Pasaba todo el día fuera, iba solo a dormir. Me acogieron bien, me preguntaron si hablaba ruso. Les dije que solo una frase: «Esta es mi casa». Se echaron a reír. Era un campamento de chavalones, grandes fumadores, todo el día con el reguetón a tope y haciendo gimnasia y pesas. Conmigo fueron muy amables. Aunque en combate imagino que no serán así.

¿Ha dicho que el consejero del presidente es ruso?
Sí. Faustin-Archange Touadéra se ha hecho una especie de guardia personal con militares rusos, y sobre todo ruandeses, que quieren entrar también en Centroáfrica y explotar algunas minas. Vamos a menudo al palacio a hablar con el presidente y nos encontramos a unos y otros. Los rusos han conseguido que cambie la Constitución de una manera rapidísima [eliminando el límite al número de mandatos presidenciales, N. d. R.]. Rusia impuso muchas condiciones para que ellos puedan perpetuarse. Por ejemplo, si van a invertir en traer desde fuera maquinaria muy potente para entrar un kilómetro en el suelo tienen que tener la seguridad de que el presidente no va a cambiar cada siete años. El referéndum se hizo casi sin campaña electoral. La gente no sabía muy bien qué se votaba, y lo hizo en función de «rusos sí» o «rusos no». Más del 95 % del voto fue a favor.

¿Ha contribuido la mayor seguridad a más paz social entre los distintos grupos sociales y religiosos?
Hay una serie de pactos de no agresión que antes no existían. Me da la impresión de que todo el mundo ha visto las garras y la brutalidad de la guerra y nadie la quiere. Queremos vivir en paz, pero para ello tenemos que tener una convivencia. No quiere decir que nos amemos tiernamente. Los musulmanes en general son muy buenos comerciantes y ahora que el comercio empieza a florecer no quieren ponerlo en peligro. Es paz, pero un poco ficticia.

Lo bueno de todo esto es que los rusos están poniendo en pie y formando a las Fuerzas Armadas Centroafricanas. Eso sí, son el hermano menor, muy menor, de los rusos y la MINUSCA. No tienen logística, carburante ni medios de locomoción, están mal armados. Hace poco estuve con ellos y me suplicaron que les diera un poco de dinero porque no les habían pagado desde hacía meses. Pero nos da mucha esperanza que un día sean ellos los que vuelvan a tomar el dominio del país.

¿Qué significaría establecer también en Italia la Fundación Bangassou, como está planeando ya con su futuro coadjutor?
Aurelio es carmelita descalzo de una provincia muy bien asentada en el norte de Italia. Tienen un santuario muy conocido en toda la zona. Así que los proyectos que vayan naciendo para favorecer a Bangassou podrán nacer también desde Italia. No es que lo que hay en Córdoba se desdoble sino que Italia, con la provincia de los carmelitas descalzos, también genere otra fundación donde todo se coordine para llevar proyectos nuevos con la impronta nueva que quiera darles él. Cuando le hablaba el otro día del orfanato y las escuelas estaba encantado. Me decía que son facetas de la misión que él ha tocado mucho menos.