Juan Corona (CEU): «No tenemos más democracias y no funcionan como antes» - Alfa y Omega

Juan Corona (CEU): «No tenemos más democracias y no funcionan como antes»

En el Día Internacional de la Democracia, el director de la Cátedra Antoni Montserrat de la Universidad Abat Oliba CEU afirma que el auge del populismo es la gran amenaza para los países más avanzados

Fran Otero
Manifestación a favor de la democracia en Venezuela. Foto: CNS.

El Día Internacional de la Democracia, que se celebra cada 15 de septiembre, suele ser un buen momento para evaluar la salud de la democracia en el mundo, una realidad muy marcada en los últimos tiempos por la crisis de la COVID-19. En este sentido, desde Naciones Unidas, que fue quien estableció este día, se pide a los Estados que defiendan el estado de derecho, respeten las normas internacionales, así como la separación de poderes.

«A nivel general, creo que no hay otra respuesta que decir que la democracia ha empeorado en el mundo». Quien afirma esto es Juan Corona, director de la Cátedra de Estudios Mundiales Antoni de Montserrat de la Universidad Abat Oliba CEU. En su opinión, la calidad democrática ha descendido y, aunque la pandemia puede haber tenido algo que ver, se trata de un fenómeno anterior: «No tenemos más democracias y las que tenemos no funcionan tan bien como antes».

Según explica en conversación con Alfa y Omega, esta deriva «arranca con las redes sociales, que han llevado a una perversión clarísima de la democracia y han dado alas a los movimientos populistas». De hecho, cree que este es el principal problema de las democracias más consolidadas, como es el caso de Estados Unidos con la elección de Donald Trump o Reino Unido con la salida de la Unión Europea.

Por tanto, continúa, es pertinente preguntarse hoy qué es la democracia, pues «hay personas que piensan que es solo ir a votar». «Esa es una parte importante. Sin votar resulta difícil una democracia, pero eso no la garantiza. Habría que hablar del voto informado, tema en el que andamos mal, pues en la actualidad se lleva a cabo a través de tuits», subraya.

En su opinión, no solo ha empeorado la democracia en los países donde estaba bien consolidada, también lo ha hecho en aquellos en los que solo «aparentemente» la tienen. Esto es, los que celebran procesos electorales, pero no todo el mundo puede presentarse y miembros de la oposición son detenidos, perseguidos o asesinados… Por último aparecen los que son regímenes autoritarios, que, a diferencia de otras épocas, «no están evolucionando en absoluto».

Sin democracia plena

Corona reconoce que ningún país del mundo ha alcanzado la democracia plena, pues ninguno de ellos puede decir que tenga una separación de poderes perfectamente delimitados. Señala que en muchos países el poder ejecutivo y el legislativo están muy ligados y, de hecho, el segundo se encarga de nombrar a los jueces.

Por tanto, las reformas que habría que abordar para mejorar en calidad democrática pasan, a su modo de ver, por la remodelación de los sistemas electorales, de modo que los tres poderes sean independientes de facto; por reorganizar los partidos políticos internamente y por que los representantes públicos asuman su responsabilidad. «Si no hay responsabilidad, la democracia no puede existir. Si no me pasa nada ni hay una garantía de que me pueda pasar algo, no hay democracia», añade el experto, que establece tres niveles: civil, político —por ejemplo, ante el incumplimiento de las promesas— y penal.

Los países que más se acercan a este ideal, según manifiesta, son los del norte de Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. En el otro polo se encuentra África, donde se viven situaciones muy complicadas en países como Guinea Conakry —con la detención de su presidente— o en la región de Tigray (Etiopía), y donde China se está haciendo con el control económico y político a través de ayuda económicas.