José Luis Cosio: «Que llegue una familia al pueblo y se marche a los ocho meses drena emocionalmente» - Alfa y Omega

José Luis Cosio: «Que llegue una familia al pueblo y se marche a los ocho meses drena emocionalmente»

Rodrigo Moreno Quicios
José Luis Cosio
José Luis Cosio recuerda que «en los pueblos el tiempo se mide en inviernos». Foto cedida por José Luis Cosio.

El CEO de Tú Repueblas vive en Cardeñajimeno, un pueblo de Burgos. Su proyecto ofrece arraigo profesionalizado a personas que quieran trabajar en el mundo agrario o crear su propio proyecto. Abierto también a migrantes regulares, exige a las personas con las que trabaja que se mezclen con los vecinos.

¿Quiénes son y qué hacen en Tú Repueblas?
En Tú Repueblas lo que hacemos es transformar comunidades. Somos siete personas y vamos a hacer mucho más durante este 2025 porque el proyecto va a crecer y hay mucho interés. Pretendemos transformar el territorio desde, para y por el territorio. Nuestra empresa no es una ONG ni una asociación sin ánimo de lucro. Está asentada en un municipio de la provincia de Burgos cerca de Belorado, entre Cardeñajimeno y San Miguel de Pedroso.

¿Qué servicios ofrecen?
Damos servicio a la gente que entra desde las ciudades masificadas a los pueblos con los que trabajamos. Por otro lado, desde el origen, a través de distintas plataformas y siempre de una manera ética, proporcionamos información a personas que quieren venir a nuestro país. Les proporcionamos de manera gratuita asesoramiento en procesos de extranjería a través de colaboradores en gabinetes de abogados bastante grandes.

También hacemos tareas de localización de emprendimientos sobre el territorio. Hay trabajo para mano de obra cualificada en empresas que tenemos como clientes. Hacemos actividades que permiten dinamizar el territorio generando confianza, como es la búsqueda activa de vivienda en alquiler. Y por supuesto, la realización de congresos, ferias y eventos. Sobre todo para dar voz a las mujeres, que son las fijadoras de población y las responsables del emprendimiento sostenible.

Entonces, aparte de individuos, sus clientes también son empresas.
Las empresas piden perfiles productivos porque, si no, los negocios están abocados al cierre. Muchas son agroganaderas y se dedican a la manufactura de productos típicos. Necesitan mano de obra y son las que alimentan al resto del país.

Después, le decimos al Ayuntamiento el tipo de perfiles que tenemos y que quieren instalarse en su municipio. La demanda por parte de los consistorios y municipios es que vengan familias. Muchos son muy pequeños y quieren mantener los centros rurales de educación. Todo tiene su protocolo, su tiempo y su espacio y lo más importante es que se lo den ambos entre sí. A partir de ahí hacemos una búsqueda efectiva de vivienda para que esa familia pueda estar en alquiler durante el tiempo que trabaje y la ayudamos a instalarse y a realizar toda la documentación para el empadronamiento o para que se inscriban en la escuela más cercana. Y si son jubilados, los orientamos para ir al centro de salud o a su entidad bancaria y les decimos con qué vecinos hablar para que puedan desplazarse.

¿Cuál es el riesgo de irse al mundo rural de forma improvisada?
Nos hemos dado cuenta de que hay casos de éxito de familias que se han utilizado mal y para generar clickbait [titulares llamativos pero irreales, N. d. R.]. Muchas otras que las imitan no duran más de nueve meses en el municipio donde habían intentado echar raíces. El tiempo en los pueblos no se mide en años, sino en inviernos. Esta estacionalidad por no haberse organizado de manera correcta puede provocar animadversión. Eso nos tiene preocupados. Todos tenemos la obligación de hacer las cosas bien.

¿Qué ingredientes ofrecen para que el arraigo salga bien?
Cuando intentamos crear una comunidad, ponemos en práctica lo que cada uno ya hacemos en nuestro municipio. En los talleres de emprendimiento, echamos una mano para que sea un caso de éxito. Por ejemplo, si alguien quiere hacer funcionar una cantina, ayudamos a darle difusión. El acompañamiento no puede ser continuo porque es un esfuerzo emocional increíble, pero después puede haber un seguimiento.

¿Ponen requisitos a quienes les contactan?
No queremos que sean unos zombis sociales. Nos hemos dado cuenta de que hay proyectos que, cuando llegan a un municipio, si no conviven con una ayuda dirigida no son capaces de mantenerse. No pretendemos eso. Para un pueblo de 249 habitantes genera un drenaje emocional tremendo que llegue una familia, ellos le abran sus puertas y se vaya a los ocho meses. No podemos esperar que en cuatro años lleguen 400 familias a un pueblo de 200 habitantes, es inviable y genera un problema ofertar eso.