Jornada de oración en Ecuador por el asesinato de cuatro jóvenes 

«La desaparición de Josué e Ismael Arroyo, Saúl Arboleda y Steven Medina, no solo conmueve las entrañas de todos los ecuatorianos, sino que expresa la indefensión en la que nos encontramos todos frente a la violencia que corre en nuestras instituciones y nuestras relaciones». Con esta contundencia se expresaron los obispos ecuatorianos en un comunicado publicado en diciembre en el que condenaban lo ocurrido. Este viernes, han hecho pública otra nota en la que han convocado a una jornada de oración para este domingo. El motivo es la desaparición de estos cuatro jóvenes de entre 11 y 15 años que salieron el 8 de diciembre a jugar un partido de fútbol en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil y no regresaron a sus hogares.  

Este martes se han encontrado los cuerpos calcinados cerca de una base militar, a lo que los prelados hicieron referencia en otro mensaje: «El anuncio del hallazgo de sus restos calcinados llena de indignación el corazón de todo hombre y mujer de buena voluntad en el Ecuador y fuera de él. Los gritos y lágrimas de sus padres, familiares y amigos son los nuestros». 

En este sentido, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana se ha unido a la exigencia de justicia y verdad del resto de la ciudadanía, que ha organizado diversas manifestaciones enfrente de la fiscalía de Guayaquil. «Abrazamos a los padres y familiares de Josué, Ismael, Saúl y Steven y comprometemos nuestra ayuda para sostenerlos en estos momentos de inquietud y dolor, como lo hemos hecho desde el primer día de su desaparición», han asegurado los obispos.  

En la nota, se invita a todas las parroquias, templos y capillas del país a incluir esta intención en las celebraciones eucarísticas de este domingo. Este gesto tiene el objetivo de acompañar espiritualmente a las familias afectadas, y de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la paz y la justicia. «Elevemos una oración para que el compromiso de erradicar la violencia que hiere y lastima nuestro presente y futuro sea el aporte concreto que podemos dar como católicos a este clima enrarecido por la mentira, la impunidad y el olvido», han asegurado los obispos ecuatorianos.  

Asimismo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en América del Sur ha exigido recientemente en un comunicado al gobierno de Ecuador que investigue el asesinato y ha solicitado una investigación independiente. Por su parte, la justicia ecuatoriana ha detenido provisionalmente a 16 militares que podrían estar relacionados con el caso. Para ello, la fiscalía ha contado con los testimonios de familiares y testigos, informes de peritos forenses e investigadores.