Jerusalén acogerá el Museo de Tierra Santa, para descubrir las raíces cristianas en la región
Reúne elementos históricos, arqueológicos y una sección multimedia que ayudar a la revivir los eventos que han caracterizado la historia de la ciudad
Este jueves 17 de marzo será inaugurado oficialmente y abierta al público la primera sección del Museo de Tierra Santa en Jerusalén, situado en el interior del convento de la Flagelación. Se trata de un evento único, porque es el primer museo dedicado a la presencia cristiana en la Ciudad Santa y reúne en su interior diferentes aspectos —históricos, arqueológicos, multimedia— de una realidad a menudo olvidada o relegada al margen. El objetivo, explican los que lo idearon, es, justamente, ayudar a los turistas a revivir los eventos mismos que han caracterizado la historia de Jerusalén, corazón de la Cristiandad.
La nueva sección multimedia prevista dentro del museo será llamada: Vía dolorosa, en honor y en memoria del recorrido que, según la tradición secular, Jesús habría recorrido con la cruz en sus espaldas hasta el Calvario explica AsiaNews. Generaciones de peregrinos a lo largo de los siglos y aún hoy, siguen el mismo camino; por primera vez, gracias a una filmación interactiva de 15 minutos, los visitantes podrán descubrir mejor todos los detalles de este lugar. Y su significado espiritual.
La muestra está situada dentro del Convento de la Flagelación, el lugar en el cual fue condenado Jesús, segunda estación de la Vía dolorosa, un sitio arqueológico de extraordinaria importancia.
En el interior de una de las antiguas habitaciones, entre hallazgos arqueológicos de diverso tipo, se proyecta un video que parece restituir vida a las piedras, a las manufacturas y a los hallazgos. Este va desde la dominación de Herodes a la época de Adriano, de la condena de Cristo hasta su Pasión y muerte en la cruz, desde los primeros peregrinos que visitaban Tierra Santa a los millones de visitantes que a diario, también hoy, van a los territorios de Israel y Palestina, siguiendo las huellas del Señor.
El Museo de Tierra Santa-Vía dolorosa se sirve de un enorme mapa de Jerusalén colgado del techo, que será la pantalla donde se proyectará el viaje en el tiempo y prevé un momento de oración final, retomando las oraciones de los antiguos peregrinos. Hoy están a disposición en ocho lenguas: inglés, italiano, español, francés, portugués, ruso, árabe y hebreo.
El año pasado el Custodio de Tierra Santa, el padre Pierbattista Pizzaballa, colocó la primera piedra del museo. Este año, una primera parte del polo se volvió realidad. Ahora se espera que se completen las otras dos secciones: una parte dedicada a la arqueología, también ella dentro del Convento de la Flagelación, y la otra dedicada al elemento histórico y a la presencia de los franciscanos en Tierra Santa. Esta surgirá dentro del Convento de San Salvador. Para su apertura será necesario esperar un par de años más.
Según los promotores, la finalidad de este museo es reforzar el estrecho vínculo entre los cristianos y esta Tierra, así como poner en evidencia las razones de un viaje —o mejor, de una peregrinación— a Jerusalén y a Tierra Santa. La esperanza es que esto ayude a los fieles de esta zona y a redescubrir sus raíces, además de favorecer el diálogo con otras culturas y religiones. Justamente por esto, el museo está abierto a todos: cristianos, musulmanes, judíos y fieles de otras religiones.
Entre los promotores de este museo están los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, que se sirvieron del Studium Biblicum Franciscanum y de la Asociación Pro-Terra Sancta. Justamente los frailes franciscanos han contribuido con gran parte del material que enriquecerá las colecciones arqueológicas, además del apoyo histórico y didáctico en la preparación de los contenidos.