Irene se bautizará este Sábado Santo tras encontrar «una paz que antes no tenía»

A sus 29 años, Irene Casado cuenta los días con nervios y emoción. Este Sábado Santo, en plena vigilia pascual, recibirá el Bautismo. «Es un momento muy especial para mí, algo que he esperado durante mucho tiempo», asegura esta profesora del colegio Arenales de Arroyomolinos. Será una de las 33 personas adultas que, tras un largo proceso de formación y acompañamiento espiritual, serán bautizadas en la diócesis de Getafe.

Su camino hacia la fe fue gradual, impulsado por los testimonios cotidianos de personas cercanas. «Mis profesores fueron clave en este proceso. Luego, en la universidad y el trabajo, algunos compañeros me ayudaron a integrarme más en la comunidad», explica. El ejemplo de otros le mostró «lo bueno que es tener a Dios presente en el día a día». Y a raíz de aquello «he encontrado una paz que antes no tenía».

La historia de Irene se entrelaza con la de otros catecúmenos como Lorena Millán, vecina de Parla, que también recibirá los sacramentos de iniciación este sábado. «Desde que conocí a Dios lo tuve claro: quería ser hija suya, no solo de deseo», afirma. Fue su mejor amiga —y ahora madrina— quien la acompañó a la parroquia Santos Justo y Pastor, donde comenzó su formación. «Este tiempo ha sido intenso y precioso. He conocido a Dios en profundidad y puedo decir que no quiero alejarme nunca de Él».

Irene y Lorena forman parte de un grupo diverso de adultos, con edades entre los 17 y los 66 años, procedentes de todas partes de España y países como Marruecos, Perú, Alemania o Venezuela. Todos han recorrido un proceso de catecumenado siguiendo el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), acompañados por sacerdotes y catequistas de la diócesis.

La iniciativa forma parte del programa de evangelización de la diócesis de Getafe. Su obispo, Ginés García Beltrán, presidirá la vigilia en la catedral Santa María Magdalena a las 23 horas. Y el obispo auxiliar José María Avendaño lo hará en la basílica del Cerro de los Ángeles a las 22 horas.

Para la catequista Carmen Iglesias, «ver cómo el Señor llama y les toca el corazón es un gozo inmenso». Ella lo vive como un regalo: «Somos instrumentos. El Señor lo hace todo».