Iglesia por el Trabajo Decente insta a atajar el «alto paro estructural»

Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente —se celebra el 7 de octubre—, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) ha hecho público un manifiesto en el que reconoce que, a pesar de «los últimos avances en el mundo del trabajo, fruto de la negociación y el acuerdo social», todavía quedan «demasiadas situaciones de vulnerabilidad de derechos vinculados al trabajo en nuestro país».

En concreto, la ITD denuncia el «alto paro estructural», que en la actualidad afecta al 12,5 % de los trabajadores —hay 990.000 hogares con todos sus miembros en paro— y las «condiciones precarias» para «miles de personas trabajadoras», especialmente «para las mujeres y los jóvenes».

La situación se ve agravada por «el contexto inflacionista de subida de precios» y no puede ser soportada por «los salarios de las personas trabajadoras», sino que requiere de «un compromiso» de cada uno, principalmente del Gobierno y los distintos agentes económicos. Precisamente, el lema del manifiesto, Sin compromiso no hay trabajo decente, aspira a «que esta toma de conciencia se vaya convirtiendo en compromiso diario por el trabajo decente».

Ante este contexto, la ITD apoya «la propuesta del Papa Francisco de estudiar la reducción de la jornada laboral —sin que ello redunde en bajada salarial— como medida de creación de trabajo decente». Además, considera que «debe aflorar el trabajo que se desarrolle en el ámbito de los cuidados y convertirse ya en trabajo decente». Y, «mientras no se garantice el derecho a un trabajo decente», la iniciativa eclesial insta a «articular redes de solidaridad más ágiles y accesibles que permitan asegurar, frente al descarte y la exclusión, un mínimo imprescindible para la vida digna».

Regularización de migrantes

Por otro lado, Iglesia por el Trabajo Decente se suma a la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) promovida por la plataforma #RegularizacionYA, que pretende «garantizar el acceso a un trabajo decente de medio millón de trabajadores y trabajadoras migrantes en situación administrativa irregular».

El manifiesto de la ITD concluye calificando de «escándalo» que «dos personas trabajadoras mueran todos los días en nuestro país» como consecuencia «de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo». Por ello, «es inaplazable que este tema se incorpore a la agenda política, se atiendan las causas que provocan esta “tragedia tan extendida”, en palabras del Papa Francisco, y se busquen soluciones a este drama de tantas familias trabajadoras, que se puede evitar».