Iglesia por el Trabajo Decente exige que se corrija la brecha salarial entre hombres y mujeres
Según el INE, las mujeres cobraron de media un 18,7 % menos que los hombres en 2022
«Denunciamos la desigualdad salarial que mantiene a las mujeres en situación de inferioridad y exigimos que se corrijan las desigualdades existentes tanto a nivel salarial como al de las situaciones que las originan».
Con estas palabras, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) ha pedido una solución frente a la brecha salarial, que hace que las mujeres, tal y como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) hayan cobrado de media un 18,7 % menos que los hombres en 2022.
ITD —integrada por Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC— reivindica con motivo del día de la mujer, que se celebra el 8 de marzo, «un cambio en la organización de la sociedad donde el centro sea la persona y pueda tener acceso a un trabajo decente que suponga que hombre y mujeres trabajemos en igualdad, dignidad, libertad y seguridad».
Tras subrayar que la educación es un factor clave para la empleabilidad, pero también para las condiciones de trabajo, las entidades que integran la iniciativa reconocen que están encontrando «una especial dificultad de acceso al mercado laboral de mujeres jóvenes». «Pedimos políticas vinculadas a la educación para el empleo y dirigidas a reforzar las probabilidades de que las jóvenes encuentren un trabajo. La efectiva puesta en funcionamiento de estas medidas tendrá su repercusión en el declive demográfico, el porcentaje de pobreza, la exclusión social y la emancipación juvenil», añaden.
Como nota positiva, destacan la ratificación por parte de España del Convenio 189 de la OIT relativo al trabajo en el hogar, que da acceso a la protección al desempleo en un sector con abrumadora presencia femenina. Sin embargo, sostienen que se han quedado fuera otras reivindicaciones —la equiparación de derechos laborales y de seguridad social—, por lo que reivindican avances que vayan hacia «una verdadera equiparación de derechos».
Al margen del terreno laboral, tienen palabras para la situación de las mujeres en la Iglesia que, recuerdan, ha aparecido como una prioridad en el proceso sinodal, tanto a nivel diocesano como continental. «Las mujeres que somos Iglesia reclamamos desde hace años el reconocimiento sobre el rol que desempeñamos, así como la igualdad y la dignidad de las mujeres en los ambientes eclesiásticos y seguiremos reclamando hasta que la igualdad se haga costumbre en la Iglesia», recogen.