Iglesia por el Trabajo Decente centrará sus esfuerzos en 2021 en las mujeres y los jóvenes
Esta iniciativa eclesial constata que la pandemia «ha agravado la ya difícil situación del mundo del trabajo»
Con el lema Ahora más que nunca, trabajo decente, las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) seguirán durante el año 2021 trabajando para que los poderes públicos adopten políticas y compromisos en favor de empleos dignos, sostenibles e inclusivos. Y lo hará poniendo el foco en la situación en la que nos encontramos, fruto de la pandemia y, concretamente, en la realidad que sufren mujeres y jóvenes.
«Esta será la principal prioridad en la reflexión y en la acción de la iniciativa durante 2021 y que tendrán su máxima expresión en la convocatoria del 1 de mayo y de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del 7 de octubre, días claves en su quehacer para la promoción de la dignidad del trabajo», explican las entidades en un comunicado.
Además, ITD actualizará sus materiales de sensibilización e información para seguir promoviendo la adhesión de parroquias, colectivos e instituciones a la iniciativa. En este sentido, pretende avanzar en el diálogo con los miembros de la Conferencia Episcopal Española, particularmente con el obispo de la Pastoral del Trabajo, para «compartir miradas, preocupaciones y estrategias que sigan animando la prioridad del trabajo decente en medio de la acción pastoral de toda la Iglesia».
En opinión de Iglesia por el Trabajo Decente –integrada por HOAC, Cáritas, Justicia y Paz, CONFER, JEC y JOC–, «la pandemia ha agravado la ya difícil situación del mundo del trabajo y ha desvelado los límites del trabajo mercantilizado».
El problema es el modelo
En este sentido, denuncian que el modelo de relaciones laborales actual «no asegura a miles de trabajadores acceder a un trabajo decente que permita atender necesidades básicas como llegar a fin de mes, conciliar la vida laboral y familiar, el acceso a la vivienda, la seguridad y salud laboral o el confort energético, la participación social…».
Un análisis que reafirman las cifras, pues más de 600.000 personas perdieron su empleo en 2020: «Un drama que afecta a 3,7 millones de personas. Con mayor intensidad entre las mujeres y los jóvenes. La tasa de paro femenina es del 18,3 %, frente al 14,2 % de la masculina, mientras que tres de cada cuatro empleos a tiempo parcial son ocupados por mujeres (74,4 %). El desempleo juvenil en menores de 25 años en España ya es del 39,6 %, mientras que la media de la Unión Europea se sitúa en torno al 15,7 % (EPA 2020)».