Iaia, memoria histórica es el recuerdo de una vida, la de Mercedes, una mujer catalana de 96 años que cuenta su vida a su nieta. Entre chascarrillos propios de la tierra y recetas de cocina que pasan de generación en generación, Alba Valldaura se mete en la piel de la abuela, de la joven, de la nieta… con una facilidad pasmosa y fascinante, para hacernos entender que la memoria de un pueblo no se puede condenar al olvido, y que no hay que cometer los mismos errores.
Empezaremos el recorrido por sus años de vida desde la mecedora de Mercedes, donde cuenta a Oriol, su enfermero, las anécdotas de los cerca de 100 años que lleva a sus espaldas. La Iaia habla de sufamilia, de los coqueteos con su novio que fue su marido, de su militancia republicana en la Guerra Civil, o de los días de la posguerra española. Alba, única actriz, nos ayudará a entrar en cada una de las historias con una escenografía minimalista pero con diversos recursos teatrales como el mimo, los títeres, los cantos populares y hasta el baile, para que no dejemos escapar ni un sólo retazo de esta vida, que fue la vida de tantos.
Cuando una se enfrenta a una pequeña obra como ésta, en la que su actriz la deja boquiabierta, no sólo durante el monólogo -que también es diálogo-, sino durante el resto de la tarde, y casi de la semana, a una sólo le sale la palabra GRACIAS. Así, en mayúsculas.
Gracias Alba por recuperar la historia de tu Iaia Mercedes, que es como tantas otras iaias, personas con nombres y apellidos, hijas, esposas y madres, que sufrieron los desastres de la guerra, de la posguerra y de una larga dictadura en nuestro país.
Gracias por recordar que la memoria histórica no es otra cosa que la memoria de un pueblo, que se rompió en dos pedazos y que, a veces, intenta recomponerse, aunque no lo consiga. Y por reescribir los errores, para no volver a cometerlos.
Gracias por acercar la cultura catalana hasta una pequeña sala del viejo Madrid, por recalcar que las raíces de un pueblo son, ante todo, su mayor tesoro. Porque no necesité entenderte para disfrutarte.
Gracias por ese derroche de arte, como directora, escritora, como mimo, haciendo marionetas, cantando, bailando… ¡no se puede ser más completa, y hacerlo mejor! ¡Apa! ¡Ja ho he dit!
Es un privilegio ir a disfrutar de esta historia, y de esta mujer. No se la pierdan. Aunque muchos tengan prejuicios a la hora de abordar una obra sobre la tan nombrada guerra, nunca está de más saber: saber que hubo dos bandos, que cada uno tiene su historia que contar, que en cada uno de ellos hubo hombres y mujeres de carne y hueso, que uno ganó y otro perdió, y que a muchos les tocó ganar, y a otros sufrir esa pérdida y lo que conllevó. Esto es parte de nuestra España.
Vayan. Sólo verán la historia de alguien. De alguien que fue. Como tantos fueron.
★★★★☆
Nave 73
Palos de la Frontera, 5
Embajadores, Palos de la Frontera
ESPECTÁCULO FINALIZADO