Hong Kong condena al cardenal Zen a pagar una multa de 492 euros
El arzobispo emérito de Hong Kong se negó a recibir una sentencia menor que la de sus compañeros. La Policía sigue investigando acusaciones castigadas con cadena perpetua
El cardenal católico Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, y otros cinco activistas de Hong Kong han sido declarados culpables este viernes por no registrar a tiempo un fondo de defensa legal para ayudar a los manifestantes antigubernamentales de 2019. La entidad, denominada Fondo de Ayuda Humanitaria 612, no fue registrada ante las autoridades de acuerdo a la Ordenanza de Sociedades de la región semiautónoma, según el dictamen del tribunal.
La jueza a cargo del caso, Ada Yim, dictó una multa de 4.000 dólares hongkoneses (492 euros) para todos los condenados a excepción de Sze Ching-wee, la secretaria del fondo, cuyo castigo se fijó en 2.500 dólares hongkoneses (307 euros). Para este tipo de infracciones sin antecedentes, la Ordenanza prevé sanciones de hasta 1.228 euros.
Con todo, recoge Efe, el fallo se considera la antesala de más problemas legales para los seis condenados. La Policía continúa investigando la supuesta colusión del grupo con fuerzas extranjeras, un delito que puede llegar a estar castigado con cadena perpetua. Según el departamento de Seguridad Nacional, el cardenal Zen y sus cinco acompañantes instaron a organizaciones extranjeras a imponer sanciones a Hong Kong.
No quiso trato de favor
Fue por este presunto delito, más grave, por el que el cardenal Zen fue detenido el 11 de mayo, y puesto en libertad bajo fianza horas después. Con él, la Policía arrestó también a la abogada Margaret Ng, el cantista y activista Denise Ho, el exparlamentario Cyd Ho y el académico Hui Po-keung. Sze Ching-wee, la secretaria, corrió la misma suerte en noviembre.
El juicio por la infracción administrativa que finalmente ha llevado a su condena comenzó en septiembre. Durante el mismo, los abogados de la defensa pidieron que el caso se desestimara al alegar, entre otras cosas, que la ley que se le pretendía aplicar restringía «desproporcionadamente» la libertad de asamblea.
En un momento dado, la jueza Yim propuso dividir a los acusados en tres grupos para imponerles distintos castigos en función de su distinto grado de responsabilidad. Según informa AsiaNews citando a fuentes sobre el terreno, el cardenal Zen, de 90 años, se negó a recibir una pena menor que sus compañeros. «Estamos todos al mismo nivel», citan que dijo a Margaret Ng. Según Hong Kong Free Press, también pidió que no se hiciera mucho hincapié en su condición de religioso.